El astro rosarino fue visto recorriendo un parque de diversiones en París junto a su familia y su amigo y ex compañero Cesc Fábregas.
Es como esconder una jirafa. Imposible pasar desapercibido. En cada lugar donde Lionel Messi se hace presente se genera una revolución. Hace menos de un mes, en Argentina quedó grabada la imagen de cientas de personas rodeando una reconocida parrilla de Palermo mientras el futbolista campeón del mundo cenaba junto a Adrián Suar, su familia y amigos. Pero el rosarino es mundial y ahora la locura se generó con su visita a un parque de diversiones en París al que asistió junto a su esposa, Antonela Roccuzzo, sus tres , Matheo y Ciro y su amigo Cesc Fábregas.
Pero esta vez, Messi intentó camuflarse para que nadie lo reconociera. Y su fracaso fue estrepitoso. Ocurrió el fin de semana cuando el futbolista del París Saint-Germain intentó pasear distendido por el Disney parisino junto a su familia y su ex compañero en Barcelona.
Vestido todo de negro, con gorra y, a su vez, con la capucha del “canguro” puesta, Lionel no logró perderse entre los turistas y los pedidos de fotos y autógrafos a granel no tardaron en llegar. Claro que, fiel a su estilo, Messi aceptó sin ningún problema los pedidos de la gente.
“Cuando estás en Disney y Messi te pasa por al lado...”, citó uno de los tantos usuarios que se acercaron al lugar mientras a Leo lo rodeaban decenas de jóvenes.
Al igual que en Argentina, Messi intenta ser un tipo normal pero no le sale. A fines de marzo, cuando arribó al país para jugar los amistosos ante Panamá y Curazao, el astro rosarino sorprendió al llegar caminando a un restaurante ubicado en Palermo. Con la rápida transmisión de las redes sociales, su presencia se hizo viral y, durante la noche de ese domingo y la madrugada del lunes, miles de hinchas se acercaron al lugar para conseguir, al menos, verlo a unos metros. Y ahora su presencia revolucionó Euro Disney.
