Desde septiembre, muchos optan la actividad física, aunque se recomienda un entrenamiento todo el año. La cuota inicia en $6.000..
Se acerca el verano y siempre se busca “llegar bien” a esta estación del año que permite mostrar más piel y para ello la forma de lograrlo es hacer actividad física en un gimnasio o al aire libre, fenómeno que viene en franco crecimiento.
Pero ese “llegar bien al verano” no sólo depende de un entrenamiento para bajar de peso o fortalecer los músculos, sino que entran en juego muchas variables, como la alimentación, el tiempo de que disponga la persona y el descanso que realice.
Jerónimo Delpierre, dueño de Cardio Cross, tiene una visión más amplia que la de ir a un lugar a hacer ejercicios. “Cuando un profe le da una actividad a un alumno hay que tener en claro el objetivo que se quiere lograr con esa persona. Y en este caso los estímulos tienen que ir de la mano con el objetivo. Considero que los profesores debemos prestar atención a lo que realmente motiva al alumno”, opinó en diálogo con Los Andes.
Delpierre no es partidario de las rutinas prearmadas donde una persona realiza los mismos ejercicios por cierta cantidad de tiempo. “Es algo desmotivante y justamente hay que mostrarle lo contrario para fidelizar al alumno, no desde lo comercial sino que el ejercicio que se realiza pueda ir acompañando el objetivo que se busca”, añadió.
Más actividad al aire libre
Según la experiencia de Delpierre en el mundo de los gimnasios en Mendoza, en la actualidad se ve mucha más gente que opta por hacer una actividad física pero al aire libre. “Es una tendencia o un fenómeno que veo que está creciendo. Es la misma clase que antes se daba dentro de un gimnasio, pero hoy el profesor toma el parlante y da la actividad en una plaza o en un parque”, contó.
Para este profe no existe una explicación concreta a este movimiento pero si encuentra que quizás el usuario “busca conectarse más con la naturaleza, como la gente que elige salir a caminar, correr o andar en bici”. Aunque hay que decir que se trata de una “herencia” que nos legó la pandemia, cuando la actividad en espacios cerrados era reducida y se optaba por acudir a cuanto espacio al aire libre con pastito estuviera disponible.
El tiempo, un aliado fundamental
Jerónimo Delpierre tiene un gimnasio que apunta a un público que suele tener más de 30 años y que el tiempo que tiene para hacer una actividad física es contado. “Trato de que mis alumnos vayan a disfrutar porque son personas que buscan hacerse el espacio o el tiempo para ir al gimnasio. La idea es que valoren el tiempo que tienen y que lo aprovechen al máximo porque no tienen otro tiempo para ir. Por eso, el estímulo que uno pueda darle es importante”, apuntó.
Además, este profe mendocino apunta a que la gente que acuda a su local lo haga para disfrutar. “No me importa si tiene las mejores zapatillas, calza o remera, buscamos un efecto fisiológico de la actividad porque todos los cuerpos responden igual al estímulo”, explicó.
Parejo todo el año
Agustín es profesor en un gimnasio y explicó que han tenido un flujo de clientes parejo durante todo el año, aunque reconoció que, generalmente, es en septiembre cuando la gente se acerca a preguntar cómo puede hacer para anotarse. “Por suerte mantuvimos la misma cantidad todo el año. El que viene en agosto o septiembre es porque quiere llegar, como se dice, bien al verano. En nuestro gimnasio tenemos gente que viene por fines estéticos, otros por salud y en menor medida, deportistas que necesitan un plan personalizado para mejorar su rendimiento físico”, detalló.
El joven entrenador resumió que su tarea es controlar y asesorar a la persona con la rutina que se le prepara según el objetivo que tenga cada uno, como bajar de peso, por ejemplo. “Se les envía una rutina por correo electrónico y cuando llegan al gimnasio, si no sabe hacerlo, se les explica el ejercicio porque la idea es que pueda hacerlo lo mejor posible así trabaja bien el músculo que toque cada día”, dijo Agustín.
Dentro de su gimnasio, la mayoría acude por musculación pero hay otros rubros como zumba, funcional y GAP (glúteos, abdomen y piernas) que también son solicitados.
Por su parte, Damián Sevilla del gimnasio Wellness, ubicado en calle Paso de los Andes de Ciudad, expresó que él trabaja con la modalidad de alumnos personalizados. “Desde septiembre estamos saturados de trabajo, con lista de espera incluso, porque la gente quiere el objetivo más rápido. Más allá de esto, notamos que hay una buena concepción sobre el cuidado del cuerpo”, apuntó.
Este profesor conoce las prioridades de sus clientes. “Lo primero que quieren hacer es bajar de peso. Trabajamos mucho con las emociones porque el estrés acumula grasas y por eso buscamos que exista un buen clima de entrenamiento para poder lograr resultados”, detalló.
En porcentaje, Sevilla afirmó que con la llegada de la primavera, “el número de alumnos se incrementa entre un 60 y 70 por ciento”.
Cuánto cuesta ir al gym
A la hora de tomar la decisión de anotarse en un gimnasio, siempre dependerá de la zona donde esté ubicado, de la actividad que se realice y, por supuesto, del precio.
Hay valores promedios en los gimnasios de la Ciudad de Mendoza y diferentes packs mensuales que arrancan en los 6.000 pesos y llegan a los 7.600 pesos la semana completa. A ello hay que sumarle una inscripción, que cuesta alrededor de 2.500 pesos y se abona por única vez.
Hay otros establecimientos deportivos donde el valor se ajusta a la disciplina elegida. Así, musculación solo vale 5.000 pesos y funcional cuesta 4.200 o free pass (pase libre) a 6.000 pesos. “Los valores han ido aumentado en el año por la variación del índice de inflación. Siempre se le avisa antes al cliente”, comentaron los encargados.
Al margen de los servicios tradicionales de máquinas para levantar pesas o actividades más aeróbicas, funcional o zumba, en algunos gym también se ofrecen entrenamientos personalizados para gente que va para mejorar su rendimiento deportivo o seguimiento por algún problema de salud.
Ránking de países que más entrenan
En el año 2017, una consultora internacional realizó una encuesta y tomó 22 mil casos de los 17 países considerados como más importantes en las regiones más representativas del planeta para saber cuánta actividad física hace su población.
Los resultados marcaron que la Argentina estaba en el top 5 mundial de los países con mayor cantidad de ejercicios físicos, lo que significa un crecimiento porque en 2014 nuestro país estaba en el 9 puesto.
El top five lo integran Holanda -a la cabeza con un 70% de ciudadanos que realizan actividad física-; Brasil y México (69%); China (68%) y Argentina (67%).