“Maestro Cariño”: un sanjuanino ofreció un seminario ficticio sobre caricias y le llovieron los mensajes

“Maestro Cariño”: un sanjuanino ofreció un seminario ficticio sobre caricias y le llovieron los mensajes
Empezó como un chiste y terminó como un experimento social

Jeremías Bogni creó un flyer y lo publicó en las redes sociales a modo de experimento social. Se llevó una sorpresa con el resultado.

El sanjuanino ofreció un seminario ficticio sobre caricias y se sorprendió con la respuesta de la gente. Jeremías Bogni dijo que lo había empezado como un chiste se convirtió en un experimento social.

“Me levanté un domingo y me encontré con un seminario de besos, que tenía precio. Entonces me propuse hacer mi seminario de caricias y saqué la cuenta de cuánto se podía ganar: era más de lo que ganaba un médico por ejemplo”, explicó Bogni.

En tono irónico, el realizador visual hizo un flyer sobre “Primer Seminario de Caricias”, a cargo del “Maestro cariño” y los compartió en las redes sociales.

“Enfocado a seres humanos curiosos y sensibles. Realizaremos un tiempo-oasis en un día único donde honraremos las caricias enfocándonos juntos hacia una nueva forma de vivir el acariciar y el ser acariciados”, decía el texto del seminario ficticio que compartió en las redes sociales.

Empezó como un chiste y terminó como un experimento social

Según el detalle, costaba $4.800 por persona y por $550 se podía acceder a una comida que incluía una suculenta comida “ayurvédica”.

En diálogo con Canal 13 de San Juan, Bogni contó que cuando le empezaron a llegar los mensajes se dio de cuenta de que “cualquiera puede hacer un seminario de alguna cosa y puede funcionar” .

Cerca de trece personas lo contactaron para inscribirse, ya que él no había puesto ningún dato ya que se trataba de una parodia al “Seminario de besos”.

“Me llamó un maestro de Reiki para dictar el taller juntos. También una amiga de Chile que me comentó que iba a un seminario de danzas y las caricias era un tema importante”, dijo.

A raíz de lo sucedido, Bogni llegó a dos conclusiones: “Primero, la plata mueve mucho. La segunda reflexión que tuve es la falta de caricias que hay quizás por la pandemia, la gente está ávida de cariño”.

Por último, el sanjuanino confesó que “todavía me llegan mensajes sobre el seminario, por lo que tuve que silenciar el celular”.

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