Para Juntos por el Cambio el PAMI es inviable

Para Juntos por el Cambio el PAMI es inviable

Sergio Cassinotti, ex director de la obra social de los jubilados, contó detalles del plan que le encargaron y que se podría poner en práctica si ese espacio gana las elecciones.

Las usinas de ideas de los diferentes partidos políticos se encuentran en pleno proceso creativo y la salud pública forma parte de ese menú. Dentro del espacio de Juntos por el Cambio, el ex director del PAMI, Sergio Cassinotti, fue el encargado de elaborar un plan que podría ser aplicado en un eventual futuro gobierno de ese espacio político.

Clarín y otros medios tuvieron un encuentro con Cassinotti esta semana. Allí, el ex funcionario contó cuáles son los principales ejes en los que se basaría este programa sanitario, cuyo relato madre se centra en cómo gestionar mejor los recursos disponibles. Y la disyuntiva es dónde recortar o reasignar.

Tal vez por su pasado y experiencia en la obra social de los jubilados, las principales referencias de Cassinotti durante la charla se vincularon al PAMI: “Es inviable”, disparó en el inicio de la conversación, mantra que repite desde hace tiempo y que durante su administración -aseguró- había intentado reformar. Ahora, dice que ya no está buscando un cargo público (“En la silla eléctrica no me siento más”) y que su nueva función es técnica.

Cassinotti estuvo acompañado durante el encuentro por Víctor Hugo López Monti, otro experto del mismo equipo, integrado por una veintena de personas, que elabora este plan en salud que busca diferenciarse del actual modelo de gestión sanitaria respaldado por el kirchnerismo. López Monti es director del Sanatorio Güemes y ex subdirector del PAMI. Ambos, también, fueron directores del IOMA en la provincia de Buenos Aires.

El ex director del PAMI recordó que cuando estuvo a cargo de la obra social había logrado reducir la plantilla en 1.300 empleados, y que si le hubiera quedado tiempo la hubiera reducido en 1.300 más. Una de las medidas que quiere impulsar para paliar esta “inviabilidad” a la que se refiere es una política de descentralización.

La idea es que la obra social más grande de Latinoamérica deje de gestionar la salud de 5 millones de afiliados. Esto se traduciría en que las personas que se jubilan puedan continuar en las obras sociales o prepagas que tuvieron en su periodo de actividad laboral, con la respectiva transferencia al sector privado de los aportes que hacen al PAMI.

Otra cuestión que Cassinotti puso en tela de juicio fue el hecho de que los jubilados que tienen prepaga puedan adquirir sus medicamentos por PAMI, con un descuento del 100 por ciento. Y deslizó la posibilidad de que ese beneficio sólo quede vigente en el futuro para las personas cuya cobertura sea únicamente el programa de atención médica integral del Estado.

Otro punto de la charla tuvo que ver con el tema de la discapacidad, uno de los principales costos que hoy deben afrontar las obras sociales y prepagas en un escenario de crisis de financiamiento del sistema de salud. Uno de los focos mencionados en este aspecto está puesto en la cantidad de personas con discapacidad que hay en el país.

Hoy, según las últimas cifras oficiales, hay más de 1,3 millón de personas con Certificado Único de Discapacidad (CUD) vigente. En los últimos años la cifra de personas que tramitó el certificado creció de manera sostenida: fueron 274 mil otorgados en 2019, contra 8.700 una década atrás.

Una reciente medida del actual Gobierno, celebrada por las personas con discapacidad y sus familiares, fue la eliminación del requisito de renovar el CUD de forma anual. Luego de un largo reclamo, ese trámite ha quedado allanado de manera automática debido a que el status sanitario, por tratarse de una condición crónica, no varía de un año al otro.

Cassinotti, licenciado en Relaciones Públicas con un máster en Sistemas de Salud y Seguridad Social, consideró que debería haber un mayor control de los requisitos para que las personas puedan tener los beneficios de esa condición. Y graficó el escenario con crudeza: “Tenemos más discapacitados que Ucrania”.

Cómo se gestó el plan

Cassinotti contó que hace un año y medio fue convocado por Mauricio Macri para que armara un plan de gestión en salud. Vinculado con la Fundación Pensar, Cassinotti es uno de los referentes del área en Juntos por el Cambio y, al menos públicamente, por ahora no se muestra vinculado a alguno de los dos precandidatos presidenciales.

Clarín consultó a fuentes de los equipos técnicos de Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Confirmaron que el de Cassinotti es un proyecto que se encuentra en etapa de análisis y, desde el ala larretista, reconocieron la experiencia y la autoridad de Cassinotti en la gestión del PAMI, cargo que ocupó en la segunda mitad del gobierno de Macri.

Parte de estas ideas Cassinotti ya las había manifestado en el Congreso Argentino de Salud organizado por ACAMI en septiembre de 2022: “Esto lo digo por mí y lo dije cuando estaba en funciones, lo del PAMI es totalmente inviable. Hace 50 años el PAMI tenía cuatro trabajadores activos por jubilado, hoy no llega a uno por jubilado”, dijo entonces.

Explicó, en aquella oportunidad, que “de los cinco millones de jubilados que tiene el PAMI, tres no aportaron nunca”. Otra de las cuestiones abordadas en su alocución en ACAMI, refrendada en la reunión de esta semana, fue el cuestionamiento de la gratuidad del sistema de salud público para los extranjeros. Aunque allí entrarían a jugar preceptos constitucionales que forman parte de la polémica.

Historia clínica e impuestos

Otro punto criticado por Cassinotti fue que el país no tenga todavía un sistema de historia clínica médica unificada, por lo que muchos estudios que se realizan los pacientes a veces se duplican sin necesidad, con el costo que eso significa. Sin embargo, no abundó en cómo esto podría implementarse teniendo en cuenta las limitaciones de conectividad que existen en varias regiones de la Argentina.

Cassinotti se centró también en la cuestión impositiva y cuestionó el hecho de que los medicamentos paguen IVA. “El diabético no elige consumir diabetes”, argumentó. Aunque admitió que si ese rubro dejara de tributar generaría un inevitable impacto en las arcas del Estado.

A pesar de todos los problemas que los expertos de Juntos por el Cambio pusieron de manifiesto durante la reunión, sobre todo lo vinculado al gerenciamiento de la política sanitaria, reconocieron que el sistema de salud argentino es uno de los mejores de la región en cuanto a la cobertura que ofrece.

“En otros países la gente quiebra por un tema de salud. Acá eso no es un problema”, aseguró. Tal vez sea ése el motivo por el que en las encuestas -al menos hasta ahora- la salud no suele aparecer entre las principales preocupaciones de la gente.

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