Los seleccionados nacionales brillaron en San Juan al consagrase en sus tres categorías: Sub19, femenino y masculino Senior.
La Selección Argentina de hockey sobre patines volvió a subirse a lo más alto del podio en un Mundial y sumó su 6to título en la historia, donde, cosas del destino, repitió la gesta conseguida por primera vez en 1978, por su día y escenario: 13 de noviembre, en el Aldo Cantoni de San Juan.
Tuvieron que pasar 44 años desde aquellos días oscuros de la Argentina, en plena dictadura cívico militar, cuando el deporte ocultaba la historia negra, para volver a festejar un triunfo en casa. Esa vez, Argentina, de la mano de grandes figuras (el sanjuanino Daniel Martinazo y los mendocinos Mario Rubio, Angel Maldonado y Julio Briones, entre otros), levantó su primera Copa Mundial.
La historia se repitió el último domingo, en la denominada meca del hockey patín: el Aldo Cantoni.
Y lo que se vivió afuera durante una semana en tierras sanjuaninas mucho tuvo que ver en la consecución del objetivo final. El público acompañó desde muy temprano, sin importar si jugaba el Sub19, las chicas o el senior masculino. Un ejemplo de aguante y cariño hacia una camiseta que despierta suspiros en la disciplina.
Ni hablar del emblemático José Luis Páez, quien supo guiar al conjunto mayor masculino en momentos de calma y turbulencia. No importaba el escenario, el “Negro”, uno los jugadores más brillantes que ha tenido este deporte en el mundo, siempre encontró la forma de sacar al equipo adelante. Antes había sumado dos títulos mundiales como jugador y ahora sumó el primero como entrenador. Un crack.
La Sub19, con dos representantes provinciales, y las chicas, con cinco mendocinas entre sus integrantes, ya habían dado muestras de lo que se podía vivir en la definición del domingo. A puro coraje, mostrando que las nuevas generaciones prometen estar a la altura de lo que vendrá, los pibes no decepcionaron. Y las chicas mostraron un potencial enorme frente a una España que sufrió su talento.
Mientras esto pasaba, Argentina prepara su dulce venganza de lo ocurrido hace tres años atrás en España 2019, donde los portugueses se quedaron con el festejo luego de vencer en penales. Antes habían igualado 3-3 en un juego que fue infartante.
El último grito argentino fue en Francia 2015, cuando enfrente estuvo España. Aquel lapidario 6-1 parecía anunciar tiempos mejores, aunque la coronación demoró en repetirse. El mendocino Valentín Grimalt fue parte de aquella historia épica. Como la del domingo, donde acompañó y, pese a no tener tantos minutos, al igual que Lucas Martínez, el otro mendocino, escribió su nombre con letras de oro.
Campeones de pura cepa
Valentín Grimalt. El arquero mendocino, que fue suplente en esta ocasión, sumó su segundo título mundial. Ya había formado parte de la conquista dorada en el campeonato disputado en Francia en 2015.
Lucas Martínez. El actual jugador y goleador del Oliveirense de Portugal es el otro mendocino que se colgó el oro frente a al seleccionado luso. Fue una pieza importantísima en el equipo dirigido por el “Negro” Páez.
Las chicas coparon la cantera. La Selección Argentina femenina, también campeona del mundo, contó con cinco mendocinas: las hermanas Julieta y Valentina Fernández, Andrea y Natalia Jara y Adriana Soto.
