Se conocieron los datos de disponibilidad de vinos en el país y sorprendieron. Referentes preocupados de cara a la próxima temporada.
¿En qué momento la cosecha más chica de la que se tenga registro dio paso a un escenario de sobrestock? El planteo de esta pregunta para quienes trabajan en el mundo del vino no suena lógico. Ni las bodegas que operan en el mercado de traslado en sus escenarios más complejos plantearon esto. Algunas aseguran que sí, pero lo cierto es que los precios convalidados, al menos hasta el primer trimestre del año, no lo mostraban.
El dato reciente de que el stock técnico de vinos en Argentina, al 1 de junio de 2024, se encuentra en un nivel equivalente a 6,25 meses ha encendido las alarmas en la industria vitivinícola. Algo que ya se sabía. Según datos de la Bolsa de Comercio de Mendoza, el valor del vino tinto básico de despacho en agosto de 2022 se ubicaba a valor nominal en $85 el litro. En tanto, para el mismo mes de 2023 cerró en $220 el litro. En la mirada interanual, el precio del vino superó a la inflación. Referentes admiten este salto, pero vuelven a poner en el tapete que desde abril el precio solo se ha movido un 10%. ¿Qué pasó? Para los especialistas en un negocio donde la especulación marca tendencia, la incertidumbre macroeconómica y política no hay dudas de que jugaron su carta.
La caída del poder adquisitivo, la volatilidad económica, la incertidumbre en torno a los precios y las perspectivas económicas han traído como consecuencia la caída del mercado exportador y la del mercado interno. No se vende afuera y adentro el consumidor no elige al vino con tanta frecuencia.
Pero algunos exigen que además se vea el contexto global del negocio. Información publicada esta semana desde Francia señala que van a destilar millones de litros para lo que se van a destinar 200 millones de euros. En España también analizan una situación similar. Y en Chile, durante el primer semestre del año, las exportaciones en volumen cayeron por encima del 33%. Pareciera que el mercado internacional se achica.
Volviendo a Argentina, si este año se pasa el periodo crítico para heladas tardías y el anunciado “Niño” llega con lluvias que suplan la falta de agua, quizás la provincia y el país se encauce a una cosecha “normal” de 20 millones de quintales.
Por lo tanto, ¿se encaminaría la vitivinicultura a un escenario de sobrestock? Por ahora, son solo especulaciones que se escuchan y se discuten. Pero frente a una Argentina inestable, hacer proyecciones para la temporada que viene es largo plazo.