Poco más del 70% del comercio internacional de Mendoza se mueve a través de los puertos de Chile. Los cortes en el cruce cordillerano ponen en riesgo el cumplimiento con los clientes del exterior y se pueden perder negocios actuales y a futuro.
La Asociación de Propietarios de Camiones de Mendoza (Aprocam) puso el grito en el cielo por las cuantiosas pérdidas que genera el cierre del paso internacional Cristo Redentor. Esa preocupación también se trasladó al sector exportador mendocino que mueve el 70% de las ventas al exterior a través de los puertos en Chile. Además de la potencial caída en los negocios acordados de antemano.
Según dio a conocer Aprocam, se estima que un camión tiene un costo de U$S 250 por día, que incluye el sueldo del conductor, viáticos, seguros, entre otros ítem. Con una temporada de 60 días sin actividad, debido al cierre del cruce cordillerano, multiplicado por 4000 unidades que están varadas en alta montaña a la espera de que vuelva la transitabilidad, el resultado negativo asciende a U$D1.000.000 diario.
Si a esa cifra se la multiplica por los 19 días que lleva el paso cerrado, en esta última oportunidad, las pérdidas acumuladas se elevan a U$S 19.000.000, aproximadamente.
Pero además, hay que tener en cuenta que al realizar un promedio del costo de las cargas, unos U$S 25.000, aproximadamente, resulta que actualmente hay alrededor de “U$S 100.000.000 en mercadería estancados”, remarcaron desde Aprocam.
Más de U$S700 millones en riesgo
Durante este invierno se produjeron tres cortes, de los cuales cada uno ha sido por más de 15 días a los que se le debe agregar el tiempo que transcurre para poder descongestionarlo una vez que quedó habilitado. A este ritmo, el paso estará sin actividad al menos 60 días en lo que va del 2023.
Ahora bien, no hubo ningún referente vinculado al sector del comercio exterior que no esté alegre por las nevadas, principalmente la última, ya que “necesitamos agua y ahora más que nunca”, indicaron.
Lo que no pasó por alto es que “llega el invierno y todo el mundo sabe que va a nevar, más, o menos, no puede ser que nunca hagan algo para prevenir, llámese túnel de baja altura, cobertizos, comprar toneladas de sal, más barre nieve, lo que sea, para que el paso no esté cortado tantos días. Hasta cuándo va a seguir esta improvisación o falta de políticas vinculadas al sector de exportaciones”, lanzó un hombre vinculado al comercio exterior mendocino que pidió reserva de su nombre.
De los 1.000 millones de dólares, aproximadamente, que exporta Mendoza anualmente, un 70%, o tal vez más, se comercializa a través de los puertos chilenos.
La elección no es caprichosa, la cercanía abarata los costos de envío de la mercadería y también se dispone de una amplia oferta de empresas navieras, a diferencia de lo que ocurre al mover las cargas por Buenos Aires.
“Sacando unos 370 millones de dólares que van a Brasil, toda la carga que va Europa y Estados Unidos, fundamentalmente, y a Asia, que estás hablando de uno 700 o casi 800 millones de dólares, salen por el paso Cristo Redentor”, detalló Mario Lazzaro, gerente general de ProMendoza.
“El 70% de las exportaciones de Mendoza salen por ese paso con lo cual aumenta los costos al tener que salir por Buenos Aires” pero también provoca la “pérdida en el ritmo de las cargas y eso te hace que los negocios se alejen, embarques que no se cumplen. Estamos en septiembre y si vos te perdés una o dos semanas, luego perdés épocas importantes de venta como por ejemplo puede ser Halloween en Estados Unidos. Obviamente, afecta mucho lo que ocurre con el paso”, agregó Lazzaro.
“Lo que dice Aprocam es totalmente cierto”, arrancó la charla Mario Bustos Carra, gerente de la Cámara de comercio Exterior de Cuyo.
“Cuando uno asume un compromiso con el extranjero necesariamente tiene que cumplirlo, entonces que se junten, no sé, 4.000 camiones en Mendoza que esperan cruzar, imagínense el costo que es para las empresas de transporte como para las empresas que han cargado”, agregó.
“En segundo lugar, continuó Carra, salir por Cristo Redentor no solamente es más barato, sino que es más rápido”.
Entre los reclamos que lanzó Aprocam por la inactividad en el paso internacional, se quejaron por lo que consideraron una mala administración.
“Si bien una parte ha sido por fenómenos naturales (el corte), la otra gran parte ha sido a la ineficacia de quienes detentan el poder en el manejo del Paso Cristo Redentor”, indicó la entidad en el comunicado.
Mario Bustos Carra fue más “políticamente correcto” sin embargo en cierto sentido se sumó al reclamo de los camioneros.
“Por ahí las autoridades chilenas no han coincidido con las autoridades argentinas y han mantenido cerrado el paso, y si lo cierran ellos, no se puede cruzar, entonces ¿es un perjuicio?, si, es perjuicio”, aseguró.
Ramiro Barrios, especialista en comercio exterior de Bodegas de Argentina le bajó el tono al problema y aseguró que en el caso de los bodegueros tienen prevista esta situación de antemano y prefieren perder algo de rentabilidad utilizando los puertos de Buenos Aires antes que no cumplir con un cliente.
“Hay ciertos eventos climáticos que no son previsibles y estos eventos climáticos sí puede generar una disrupción logística importante que impacta en la reposición de stocks en destino, sin embargo, los cortes en la cordillera no son eventos impredecibles, todos los años se generan cortes con lo cual los exportadores como los importadores saben que salir por Chile en invierno tiene sus riesgos”, afirmó Barrios.
Ante esta situación “entre cortar stocks y pagar un pequeño sobre costo en el tránsito logístico hasta los mercados internacionales, (sacando la mercadería por Buenos Aires) uno prefiere sacrificar un poco de rentabilidad pero que no se corte el envío, porque botella que no se vende hoy, mañana no se vende. Es decir, que si hoy me pierdo una venta, no la voy a recuperar porque el consumidor tomó un vino de otro productor, de otro país de origen. Lo que se pierde no se recupera”, redondeó el hombre de Bodegas de Argentina.