Sayyed Hassan Nasrallah, líder de la rama yihadista en Líbano también financiada por Irán, agradeció el apoyo de la yihad de Yemen e Irak para unirse a Hamás en la destrucción de Israel.
El líder de Hezbolá, grupo terrorista y rama de la yihad islámica respaldado por Irán, Sayyed Hassan Nasrallah, afirmó este viernes que la operación lanzada por el grupo terrorista islamista palestino Hamás el 7 de octubre fue “100% palestina”, hablando por primera vez desde que estalló la guerra en Gaza.
Nasrallah agradeció a los grupos de Yemen e Irak su participación en la batalla contra Israel, para la que aseguró, en tono desafiante, que “Estamos listos”.
Por su parte, Samir Geagea, presidente del partido Fuerzas Libanesas, respondió a los dichos de Nasrallah exigiendo que el grupo terrorista se retire del sur del país y que devuelva el control de las Fuerzas Armadas Libanesas, asegurando que si su país entra en guerra con Israel, será en perjuicio de todo el pueblo libanés.
Esto ocurre mientras el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, se encuentra en Tel Aviv intentando negociar reuniones entre las partes para aplicar “pausas humanitarias”, aunque el gobierno israelí se niega afirmando que es demasiado el riesgo que corren en un contexto en que el pequeño país se encuentra literalmente rodeado de armas apuntándole. Esto se refuerza con el discurso del líder de Hezbolá, que tiene bases en la frontera norte con Israel done las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se encuentran en “alerta máxima”.
Aunque no dio precisiones sobre los próximos pasos, Nasrallah dijo que “todas las opciones están sobre la mesa” e instó a los países árabes y musulmanes a trabajar juntos para detener la guerra en Gaza. “Todos debemos estar listos y presentes para cualquier posibilidad y cualquier asunción en el futuro”, zanjó, y estableció dos objetivos durante su discurso: el primero, detener la guerra en Gaza y, el segundo, que Hamás salga victorioso.
Líbano, sin embargo, no puede permitirse otra guerra con Israel. Muchos libaneses aún sufren el impacto del catastrófico colapso financiero de hace cuatro años e Israel, por su parte, ha dicho que no tiene interés en un conflicto en su frontera norte con Líbano.
El primer ministro Benjamín Netanyahu ha advertido a Hezbollah de que no abra un segundo frente de guerra con Israel, afirmando que hacerlo provocaría contraataques israelíes de una magnitud “inimaginable” que sembrarían la devastación en Líbano.