El submarino que buscan ya tuvo problemas en el 2022

El submarino que buscan ya tuvo problemas en el 2022
En búsqueda de Titan, el submarino desaparecido en el Atlántico. (DPA)

Un periodista que hizo la expedición contó que el sumergible no estaba certificado y que se perdió “durante horas” sin encontrar los restos del transatlántico.

No es la primera vez que algo sale mal a bordo del Titán, el submarino perdido cuando descendía con cinco personas sobre los restos del Titanic, el domingo. El periodista de la CBS David Pogue es una de las pocas personas que ya hizo la travesía y lo que cuenta es alarmante.

Pogue viajó en el Titán el año pasado para ver los restos del Titanic. En la travesía, el submarino se perdió buscando el viejo trasatlántico.

Titanic

“No hay GPS bajo el agua, por lo que se supone que el barco de superficie debe guiar al submarino al naufragio mediante el envío de mensajes de texto”, dijo Pogue en un segmento transmitido por CBS el domingo por la mañana.

“Pero en esta inmersión, las comunicaciones de alguna manera se interrumpieron. El submarino nunca encontró los restos del naufragio”.

El periodista contó que el Titán se perdió durante unas horas. “Cuando tuiteé que el submarino se perdió durante unas horas el año pasado, quise decir que estaba PERDIDO en el lecho marino. No sabía dónde estaba y no pudo encontrar al Titanic”, escribió en Twitter.

El periodista luego se desdijo y aclaró que las comunicaciones nunca se interrumpieron, lo que provocó airadas respuestas de los usuarios, acusándolo que la empresa dueña del Titán probablemente lo había obligado a hacer esa aclaración.

Pogue, un ex columnista de tecnología de The New York Times, contó también que el papeleo que tuvo que firmar antes de subir a bordo advertía que el Titán era un “buque experimental” que no había sido “aprobado o certificado por ningún organismo regulador, y podría resultar en lesiones físicas, trauma emocional o muerte”.

El submarino tuvo problemas con la batería

La propia empresa dueña del Titán, OceanGate, informó que el sumergible tuvo un problema con la batería en su primera inmersión en 2021 y tuvo que conectarse manualmente a la plataforma elevadora, según un expediente judicial de noviembre.

“En alta mar, el sumergible sufrió daños modestos en sus componentes externos y OceanGate decidió cancelar la segunda misión para reparaciones y mejoras operativas”, indica el documento.

El Titanic se encuentra a 3800 metros de profundidad.

Sin embargo, las misiones continuaron. La compañía informó que 28 personas visitaron el lugar del naufragio el año pasado.

“Un submarino seguro”

Este año, OceanGate tenía planeado comenzar con las expediciones en mayo y terminarlas a fines de junio, según documentos presentados por la empresa en un tribunal de Virginia, Estados Unidos, encargado de tratar con los temas del Titanic.

Ante ese tribunal, la empresa aseguró que el Titán era un sumergible seguro.

El Titán está hecho de “titanio y fibra de carbono enrollada en filamentos” y ha demostrado que “soporta las enormes presiones de las profundidades del océano”, afirmó OceanGate.

En búsqueda de Titan, el submarino desaparecido en el Atlántico. (DPA)

OceanGate le dijo a la corte que el visor de Titán es “el más grande de cualquier sumergible de buceo profundo” y que su tecnología proporciona una “vista inigualable” de las profundidades del océano.

En una presentación judicial de mayo de 2021, OceanGate agregó que el Titán tenía una “característica de seguridad incomparable” que evalúa la integridad del casco en cada inmersión.

En el momento de la presentación, Titan se había sometido a más de 50 inmersiones de prueba, incluso a la profundidad equivalente al Titanic, en aguas profundas frente a las Bahamas y en una cámara de presión, dijo la compañía.

La advertencia de los expertos

Sin embargo, la descripción no convenció a expertos ni adentro ni afuera de la propia empresa. Y advirtieron sobre riesgos catastróficos.

Años antes de que la nave desapareciera el domingo pasado, la empresa tuvo que hacer frente a varias advertencias. Ya en enero de 2018, los expertos de dentro y fuera de la empresa empezaban a dar la voz de alarma, según publicó The New York Times.

El director de operaciones marítimas de OceanGate, David Lochridge, acabó elaborando un documento mordaz en el que afirmaba que la embarcación necesitaba más pruebas y subrayaba “los peligros potenciales para los pasajeros del Titán a medida que el sumergible alcanzaba profundidades extremas”.

En búsqueda de Titan, el submarino desaparecido en el Atlántico. (DPA)

Lochbridge fue despedido.

El director de la empresa Stockton Rush, que cobraba 250 mil dólares a cada “turista” que deseara bajar hasta las ruinas del Titanic, es uno de los pasajeros del submarino y actuaba como piloto cuando desapareció el domingo.

Rush ha sido criticado por los expertos por su negativa a que el Titán fuera inspeccionado y certificado. También fue demandado por una pareja de Florida que había pagado 105 mil dólares cada uno para ver el Titanic, en 2018, pero la expedición fue postergada. La empresa nunca respondió a la demanda. Y la causa hoy está en un limbo.

Redacción Clarín con información de Associated Press y The New York Times

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