Luego de las declaraciones del presidente Biden sobre las condiciones de EE.UU. para enviar armas, se debate la aprobación del paquete en el Congreso.
Si bien la UE reconoce el derecho de Israel a defenderse, debe hacerlo de acuerdo con el Derecho Internacional Humanitario y brindar seguridad a los civiles, recalcó una vez más Borrell, quien pidió al país que “se abstenga de exacerbar aún más la ya grave situación humanitaria en Gaza y que reabra el paso fronterizo de Rafah”.
En este sentido, la Unión Europea condena también el ataque de Hamás al cruce de Kerem Shalom, que ha obstaculizado aún más la entrega de ayuda humanitaria. Por ello, los Veintisiete instaron a todas las partes a redoblar sus esfuerzos para lograr un alto el fuego inmediato y la liberación incondicional de todos los rehenes en poder de Hamás.
Sin embargo, el grupo terrorista no sólo se resiste a aceptar condiciones, sino que insiste en enviar mensajes en los que afirma que varios de los rehenes estarían muertos y algunos de ello, inclusive, habrían sido entregados a otros grupos terroristas, por lo que indican estar “incapacitados” para reintegrar a los 134 que continúan lejos de sus familias.
Entre ellos siguen estando la familia Bibas, con Kfir de 1 año y Ariel de 4, de los que no se sabe nada desde el 7 de octubre cuando fueron secuestrados junto a su madre, Shiri, de 34 años.
Por otra parte, el Gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, informó este martes al Congreso que va a entregar un paquete de armas valorado en 1.000 millones de dólares a Israel. El paquete global fue aprobado a pesar de la oposición de la izquierda, y el rival Partido Republicano apoyó casi unánimemente la venta de armas a Israel.
El Wall Street Journal fue el primero en informar del nuevo paquete de armas. Según el diario, podría incluir 700 millones de dólares en munición para tanques y 500 millones en vehículos tácticos.