Con el exilio a Bielorrusia de Prigozhin y los mercenarios sublevados en Moscú el pasado fin de semana, los países vecinos y parte de la OTAN advirtieron su temor de escalada en el conflicto.
Polonia y Lituania advirtieron que la presencia de los mercenarios rusos del Grupo Wagner en Bielorrusia crearía una mayor inestabilidad regional, aunque la OTAN afirmó que la alianza militar está lista para defenderse.
“Es difícil para nosotros descartar hoy que la presencia del Grupo Wagner en Bielorrusia podría representar una amenaza potencial para Polonia, que comparte frontera con Bielorrusia, y una amenaza para Lituania, así como potencialmente para Letonia”, dijo el presidente de Polonia, Andrzej Duda, a periodistas en una visita a Ucrania este miércoles, compartida con el presidente de dicho país, Volodímir Zelenski.
“Si Wagner despliega sus asesinos en serie en Bielorrusia, todos los países vecinos se enfrentan a un peligro de inestabilidad aún mayor”, expresó por su parte el presidente lituano Gitanas Nauseda este martes, tras una reunión en La Haya con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y líderes gubernamentales de otros seis aliados de la alianza.
El jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, llegó a Bielorrusia este martes en virtud de un acuerdo negociado por el presidente bielorruso Alexander Lukashenko que puso fin al motín de los paramilitares en Rusia el sábado.
Sin embargo, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que era demasiado pronto para decir lo que esto podría significar para los aliados. “Enviamos un mensaje claro a Moscú y Minsk de que la OTAN está ahí para proteger a cada aliado, cada centímetro del territorio de la OTAN”, manifestó.
“Ya aumentamos nuestra presencia militar en la parte este de la alianza y tomaremos más decisiones para fortalecer aún más nuestra defensa colectiva con más fuerzas de alta preparación y más capacidades en la próxima cumbre”, agregó.
