En los últimos días comenzó la anunciada contraofensiva ucraniana, pero los blindados enviados por la OTAN están siendo destruidos por misiles rusos Lancet. Alemania comienza a buscar conciliación por la fuerte caída en las finanzas de la empresa responsable de los Leopard.
Rusia afirmó este martes que capturó en Ucrania varios tanques alemanes Leopard y vehículos de combate de infantería estadounidenses Bradley, y divulgó imágenes de soldados rusos inspeccionando los aparatos suministrados a Ucrania por países occidentales.
“Tanques Leopard y vehículos de combate de infantería Bradley. Estos son nuestros trofeos. Equipo de las fuerzas armadas ucranianas en la región de Zaporiyia”, indicó el Ministerio ruso de Defensa en un comunicado. Ese ministerio agregó que los aparatos de fabricación occidental fueron capturados en la batalla por soldados rusos. “Algunos de los vehículos tienen los motores en marcha, lo que indica que la batalla fue de corta duración y que las tripulaciones ucranianas huyeron”, afirmó ese ministerio.
A su vez, mientras Kiev guarda silencio sobre el inicio de su ampliamente anunciada contraofensiva, aparecen cada vez más videos que demuestran que los combates en los frentes se intensifican y Ucrania ya utiliza el armamento pesado de fabricación occidental recién adquirido. Las imágenes muestran cómo los militares rusos repelen ataques de grandes concentraciones de vehículos blindados ucranianos en varias partes del frente, durante los últimos días.
Lo importante es que los videos captan equipos de fabricación occidental que han sido entregados a Kiev en los últimos meses para sustituir el agotamiento de los blindados soviéticos, sobre todo tanques alemanes Leopard 2A4 y los avanzados Leopard 2A6, así como vehículos blindados estadounidenses Bradley, todos alcanzados por las Fuerzas Armadas de Rusia.
La maquinaría fue destruida por un trabajo conjunto de campos de minas, artillería y helicópteros de combate rusos que aniquilaban los vehículos blindados de las Fuerzas Armadas ucranianas a gran distancia, lo que implica un bajo costo para Rusia ya que no sufrió pérdida de armamento ni hubo riesgo humano alguno, pero es un duro golpe económico y táctico militar tanto para Ucrania como para los aliados, ya que los equipos destruidos cuestan millones de dólares y apenas llegaron a movilizarse antes de encenderse como fósforos ante los ataques rusos.
Esto preocupa sobre todo a Alemania, que tuvo un alza muy marcada en las acciones de la empresa fabricante de los Leopard, Reinmetall, en el periodo entre los anuncios de los envíos y los anuncios de la contraofensiva, pero que vienen en picada desde hace varios días por los resultados en el campo de batalla. Literalmente, según se puede verificar en las imágenes difundidas por el ministerio de Defensa de Rusia, los tanques arden completamente al ser impactados por los misiles Lancet de fabricación rusa, mientras algunos otros videos muestran cómo sistemas de misiles rusos son atacados y en medio del humo, lanzan un ataque masivo sin haber sido afectados en absoluto.
El canciller alemán, Olaf Scholz, anunció en las últimas horas que intentará retomar el diálogo con Rusia para buscar una solución al conflicto, en el que su país y todos los aliados europeos están siendo gravemente afectados.
