Según el gobernador local, las fuerzas rusas alcanzaron ocho zonas pobladas de la región de Zaporiyia “357 veces” en las últimas 24 horas. Los ataques a la central “no han comprometido la seguridad nuclear”.
Ataques rusos contra la región de Zaporiyia, en el sur de Ucrania, dejaron tres muertos este lunes, y golpearon varias zonas centenares de veces, indicó el gobernador local. El ataque contra la zona rural se dio un día después de que otras tres personas murieran en un bombardeo ruso contra el poblado de Gulyaipole.
“Tres personas murieron y tres resultaron heridas en el distrito de Pologivskyi” de Zaporiyia, publicó en redes sociales el gobernador Ivan Federov. El funcionario además indicó que las fuerzas rusas alcanzaron ocho zonas pobladas de la región de Zaporiyia “357 veces” en las últimas 24 horas.
Por otra parte, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó este domingo que la central nuclear ucraniana de Zaporiyia, ocupada por tropas rusas, fue objeto de un “temerario” ataque con drones, pero que no comprometió su seguridad.
“Se trata de una clara violación de los principios básicos de protección de la mayor central nuclear de Europa. Estos ataques temerarios aumentan significativamente el riesgo de un accidente nuclear grave y deben cesar inmediatamente”, denunció en la red social X (antes Twitter) Rafael Grossi, director de ese organismo de Naciones Unidas.
Rosatom -la empresa estatal de energía nuclear de Rusia- había afirmado previamente que tres personas habían resultado heridas en un ataque ucraniano con drones a esa instalación, mientras que del lado ucraniano indican que el ataque vino de los rusos.
Grossi indicó que el personal que el OIEA tiene en la planta ha informado de tres impactos directos contra la estructura de contención de uno de los seis reactores de la central. “Los daños en la unidad 6 no han comprometido la seguridad nuclear, pero se trata de un incidente grave con potencial para comprometer la integridad del sistema de contención del reactor”, señaló el OIEA en esa misma red social.
Grossi, que lleva advirtiendo del riesgo de un accidente atómico desde que Rusia ocupó la planta en marzo de 2022, dijo que “no es concebible que alguien pueda beneficiarse u obtener alguna ventaja militar o política de los ataques contra instalaciones nucleares”. Por eso, apeló a las autoridades militares, sin especificar de qué bando, que se abstengan de ejecutar acciones que violen los principios básicos que protegen las instalaciones atómicas.