En un encuentro clave para el ordenamiento político a nivel mundial, los mandatarios tuvieron varios gestos que indican el establecimiento, de hecho, de un Nuevo Orden multipolar.
El presidente de China, Xi Jinping, abandonó esta mañana Moscú luego de dos días de visita de Estado a Rusia, durante los cuales mantuvo largas reuniones con su homólogo, Vladímir Putin, a quien presentó su plan de paz para poner fin a la guerra en Ucrania y con quien cerró importantes acuerdos políticos y económicos.
Tanto China como Rusia están dispuestas a contrarrestar la influencia internacional estadounidense, por lo que expresaron sus inquietudes por la expansión de la OTAN y acordaron profundizar una alianza que se ha estrechado desde el comienzo de la “guerra proxy” que está librándose en Ucrania contra la Alianza del Atlántico.
La visita del líder chino se interpretó como un espaldarazo a Putin, quien enfrenta un pedido de captura de la Corte Penal Internacional por denuncias de deportación ilegal de niños ucranianos, a pesar de no haber de momento una investigación neutral al respecto.
Según las agencias oficiales TASS y RIA Nóvosti, Xi fue despedido por la guardia de honor antes de despegar su avión desde el aeropuerto de Vnúkovo-2 de la capital rusa. De acuerdo con imágenes mostradas por medios rusos, en el aeropuerto Xi estuvo acompañado por el viceprimer ministro ruso, Dmitri Chernishenko, quien también fue el primero en darle la bienvenida el pasado lunes 20 de marzo.
Durante su estancia en la Federación Rusa, el líder chino se reunió en dos ocasiones con Putin para mantener una entrevista informal y unas negociaciones oficiales. Ambas reuniones se prolongaron por varias horas y acabaron con la aprobación de una declaración conjunta sobre el reforzamiento de la cooperación y la firma de una serie de documentos para estrechar los lazos.