25 de abril de 2024

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Pidieron procesar por falso testimonio a Colazo y Guarino, los dos amigos de los acusados del crimen de Fernando Báez Sosa

Tomás Colazzo ingresando a los Tribunales de Dolores. Es el rugbier número 11 que estuvo la noche del crimen de Fernando Báez Sosa.
Tomás Colazzo ingresando a los Tribunales de Dolores. Es el rugbier número 11 que estuvo la noche del crimen de Fernando Báez Sosa.

Ambos jóvenes prestaron declaración en la causa la semana pasada. También estuvieron la noche del crimen junto a los acusados. Para la fiscalía, mintieron “por error u omisión”.

La fiscalía pidió este miércoles prisión perpetua para los ocho rugbiers acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa. Pero también solicitó que se procese por “falso testimonio” a los dos amigos de los imputados que declararon como testigos durante el juicio. Ambos estuvieron presentes la noche del ataque -el 18 de enero de 2020- a la salida del boliche Le Brique.

Se trata de Juan Pedro Guarino (22), quien estuvo imputado en el inicio de la causa y luego fue sobreseído, y de Tomás Ítalo Colazzo (20), quien no estuvo incriminado por el ataque.

“Voy a hacer referencia a dos de los testigos que ha presentado la defensa; me voy a referir a Pedro Guarino y Nicolás Colazo, quienes al exhibir los videos, ellos mismos se ubicaron atrás del auto -detalló el Fiscal-. Cada uno apoyado sobre la pared donde a dos o tres metros de ellos se estaba produciendo este ataque. Inmutados quedaron. No se acordaron de nada de lo que pasó”, dijo el discal.

“No tengo dudas de que estas dos personas por error u omisión, mintieron. Por lo que se va a solicitar que se forme causa por separado por el delito de falso testimonio”, denunció el fiscal Dávila.

De este modo se confirmó lo que había anticipado el abogado querellante Fernando Burlando minutos antes de la audiencia, cuando en diálogo con los medios dijo que podría haber hasta cuatro pedidos de falso testimonio durante la jornada de este miércoles, detalla Clarín.

Ambos testigos declararon el lunes 16 de enero, en la decimoprimera audiencia del juicio oral. Originalmente estaba previsto que dieran su testimonio el miércoles 18, pero se adelantó su citación para evitar que coincidiera con el tercer aniversario del crimen.

Los imputados junto a Guarino y Colazo.
Los imputados junto a Guarino y Colazo.

La palabra de Guarino

Sentado ante el tribunal, Guarino dijo que sintió “vergüenza y mucho dolor” por lo ocurrido, pero sostuvo que no vio ninguno de los golpes. También contó que estaba “cansado” de que siempre se pelearan y que le había prometido a su novia y a su madre que si volvía a hacerlo, se iba de Gesell, afirma Clarín.

“Yo imaginé que iban a pelearse de vuelta, y no lo podía creer”, dijo del momento de la salida. “Veo a todos los otros, a Máximo Thomsen contra un chico tirado en el piso, después me entero quién era. Al otro día me entero”, relató.

“No pude creer, imaginé que se estaban peleando de vuelta y, ya cansado, me fui. Habíamos ido de vacaciones a pasarla bien, ellos ya se habían peleado anteriores veces. Yo había hablado con mi mamá y con mi novia, que si volvía a pasar me iba a volver de las vacaciones. Por eso digo que no lo podía crear”, dijo.

Sin embargo, cuando el abogado Fernando Burlando le preguntó si vio alguno de los golpes que recibió Fernando, dijo que no, que no vio golpes de ninguno de los acusados. “¿Se movía la persona que estaba en el piso, Juan?”, preguntó el abogado. “Por lo que llegue a ver, no”, respondió Guarino.

En el cierre de su testimonio, el joven pidió disculpas a la familia. “Quiero si me permiten darle las condolencias a la familia, que nunca pude hacerlo. Fue por respeto, que vieran que ya no estaba en la causa. Que es sincero. Que todos los días desde que pasó me pregunto si podría haber hecho algo para evitarlo. Nada más”, cerró. Declaró durante 2 horas y 15 minutos. Al salir habló con la prensa y aseguró que quería que los rugbiers “se hagan cargo de lo que hicieron”.

Tomás Colazo ingresando a los Tribunales de Dolores. Es el rugbier número 11 que estuvo la noche del crimen de Fernando Báez Sosa.
Tomás Colazo ingresando a los Tribunales de Dolores. Es el rugbier número 11 que estuvo la noche del crimen de Fernando Báez Sosa.

La declaración de Colazo

En cuanto a Colazo, quien estuvo con el grupo de rugbiers en el boliche pero no quedó vinculado a la pelea, al reconstruir el hecho dijo que todo ocurrió muy rápido. Y no dio precisiones, detalla Clarín.

“Me acuerdo tener cerca a Máximo (Thomsen), a Ciro (Pertossi). Era todo muy rápido, había gritos. En un momento veo a alguien en el piso y ahí le pongo el brazo a Máximo en el pecho, lo tiro para atrás, yo no soy de pelear, no me gustan las peleas, lo hice con la intención de parar. Hago eso, me mirá y ve que era yo, no puedo recordar si continuó”.

“Había piñas, patadas. Lo que vi cerca mio fue a Máximo, a Ciro, pegar bien no vi, ni a quien, no estoy seguro”, dijo. Además dijo no recordar si la persona que se peleaba con Luciano era la misma que tuvo el altercado dentro de Le Brique.

Recién cuando le mostraron los videos de la noche del crimen, identificó Máximo Thomsen, Ayrton Viollaz y a Ciro Pertossi en la secuencia del ataque contra Báez Sosa. Burlando insistió en saber a quién más ve allí. Al detenerle la imagen, señaló a uno en la escena: “Puede ser Luciano Pertossi”, acotó Colazo.

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