Presuntos sicarios enviaron audios y videos a los vecinos que destruyeron las casas donde se vendía droga. Les exigen devolver las pertenencias de la banda.
Lejos de calmarse, la violencia narco recrudece en Rosario luego del asesinato del nene de 11 años que murió en medio de una balacera entre bandas. Ahora la familia del pequeño y los vecinos que saquearon la casa de los presuntos dealers hacia quienes estaban dirigidos los tiros están bajo amenaza.
Este martes se conoció el video en el que un presunto narco que, enmascarado y con varias armas de fuego, asegura que asesinará a una persona por día si no devuelven todos los objetos sustraídos de la casa que fue quemada y parcialmente derribada por los habitantes del barrio ‘Los Pumitas’.
“Escuchen manga de giles, van a tener que devolver las cosas que sacaron de adentro de la casa porque si no les vamos a dejaron un muerto todos los días adentro de las casas. ¿Me escucharon manga de giles?”, fue la primera frase que dijo el joven con una máscara y una gorra puesta, y un arma en su mano derecha.
El agresor insistió en que los vecinos devuelvan las pertenencias que saquearon de los cuatro búnkeres narco de la banda de “los salteños” luego del velorio de Máximo Jerez. “Todas estas balitas van para ustedes, guacho. Más vale que devuelvan las cosas porque les vamos a dar a todos plomo, giles”, aseguró el delincuente en un video.
Entre los distintos inmuebles que saquearon los vecinos este lunes había inodoros, estanterías, televisores, mesas, sillas, la puerta de chapa que estaba en el frente de la casa del jefe de la banda narco y hasta un oso de peluche gigante.
Según lo señaló TN, durante la tarde y la noche de ayer uno de los integrantes de la banda narco le envió un audio a uno de los vecinos en la que les pedían rendición de cuentas. “Enviaron audios diciendo que iban a ir uno por uno. Diciendo que se habían metido con los cuatro búnkeres de los salteños y pidiendo rendición de cuentas de por qué habían actuado así”, afirmó un testigo.
Pero las amenazas también llegaron al equipo de periodistas de TN, que se encontraban en el lugar: “Tuvimos que dejar el barrio hace minutos porque durante la guardia periodística aparecieron dos personas en moto, una de ellas armada. Todos decidimos levantar la cobertura por seguridad”, relató la periodista Giuliana Salguero.
Las amenazas fueron tan graves que la familia de Máximo Jerez debió escapar de su casa pese a la presencia de efectivos policiales de la provincia de Santa Fe en el barrio.
