Un jurado popular declaró culpable a Luis Cronenbold por el femicidio de Patricia Rendón en Río Negro. La envolvió en papel film y le cortó el pulgar derecho para destrabar su celular.
Patricia Rendón tenía 31 años y ya estaba separada de Luis Cronenbold. Era junio del año pasado y habían pasado dos días sin noticias de la mujer en Catriel, al norte de Río Negro. Cuando fueron a buscar al hombre, encontraron manchas de sangre en su ropa. También en el baúl del auto y sobre la patente trasera. Poco antes, había matado y enterrado a su ex pareja en un descampado. Este sábado, fue condenado a prisión perpetua por un jurado popular.
El cuerpo sin vida apareció enterrado el 28 de junio de 2022 en la zona conocida como El Medanito. El rostro de Patricia se encontraba envuelto en papel film con signos de haber sido golpeado. Cronenbold, con quien tenía una hija de 8 años, confesó el femicidio cuando fue detenido en la ruta por efectivos policiales conduciendo el auto de ella. Según el fiscal Gustavo Herrera, quedó comprobado que cuando descartó el cuerpo le cortó el pulgar derecho para destrabar su celular. Y comenzó a enviar mensajes de texto a las amigas de ella para evitar sospechas sobre su desaparición.
Sin embargo, las sospechas aumentaron porque, dicen las amigas, Patricia no acostumbraba a enviar mensajes de texto. “Le era muy dificultoso porque usaba las uñas muy largas. En general, enviaba mensajes de audio”, dijo el fiscal después de conversar con el círculo íntimo de la víctima.
Otro detalle importante fue que las antenas del celular daban que estaba activado aún cuando el cuerpo de Patricia ya había aparecido. Lo tenía su ex pareja en un bolsillo de su campera, aun después de entregarse y confesar. La policía se lo confiscó cuando ya estaba en una celda.
Los investigadores creen que Patricia fue asesinada en la casa de su ex marido entre las 8 y las 9 de ese martes, después de dejar a la hija de ambos en el colegio. Tras cometer el crimen, Cronenbold trasladó el cuerpo en el Renault Fluence de su ex hasta las afueras de la ciudad.
Un jurado popular lo declaró este sábado culpable por el delito de “homicidio agravado por la relación de pareja y por haber sido cometido por un hombre a una mujer en contexto de violencia de género”. La decisión fue unánime. De esta manera, la única pena posible que le impondrá el juez Guillermo Baquero Lazcan será la de prisión perpetua.
Según explicó el fiscal Gustavo Herrera, la pareja había llegado desde Bolivia para radicarse en la localidad sureña de Catriel y tuvieron una hija. Sin embargo, “las circunstancias de la vida los separó, Patricia creció y avanzó con su vida, mientras que Cronenbold decidió caminar por el alcohol y las drogas”.
Para Herrera, esa relación se terminó de romper el 28 de junio, cuando luego de dejar a su hija en la escuela, ambos se dirigieron a la casa de Cronenbold, quien “tomó un hierro, le pegó un golpe que la aturdió y le reventó literalmente la cabeza, partió su cráneo”.
“Fue tanta la hemorragia que, en un segundo acto, él le envolvió la cabeza con un papel film y ocultó su cuerpo en el baúl del auto”, señaló el fiscal, quien agregó que Cronenbold intentó disimular lo ocurrido ante dos empleados que tenía la pareja y “fue a buscar a su hija a la escuela para dejarla en la casa de una amiga”.
Luego se dirigió al campo a la zona de Medanito Este, camino a General Roca. En ese lugar, cavó una fosa y enterró el cuerpo de Patricia, por lo que “sólo él sabía dónde estaba ese cuerpo”.
De acuerdo a la fiscalía, amigas de Rendón notaron la ausencia de ella durante la mañana del 29 de junio y pasado el mediodía denunciaron ante la policía que Cronenbold “le había hecho algo”. Ante esta situación, el sargento Gustavo Pichiman lo interceptó en la entrada del pueblo, donde el hombre intentó escapar y terminó detenido.
Nuevo amor y un viaje fallido
Poco antes de morir, Patricia tenía planeado viajar a Italia para reencontrarse con su nueva pareja. La mujer nacida en Santa Cruz de la Sierra tenía una tienda de ropa en el centro de Catriel y había dado un vuelco en su vida tras separarse. Se había enamorado de Franceso Nuvolari, un joven que reside en Italia y con quien mantenía una relación.
El día que fue asesinada, debía encontrarse con una amiga para ir a sacar un pasaje a Buenos Aires para tramitar la visa. El 28 de julio pensaba viajar al país europeo para reencontrarse con Francesco y quedarse tres meses. Enterado de esta situación, la principal hipótesis de la investigación es que Cronenbol decidió matarla por celos.
La desaparición llamó la atención de sus amigas. Sobre todo de una de ellas, Lorena, que iba a acompañarla a Buenos Aires el próximo 14 de julio. Tras este trámite, Patricia tenía todo listo para partir a Roma.
“Fui a la casa y no estaba. La llamé y nunca contestó. En la tienda tampoco estaba. Y fui a la casa del ex marido y no me atendió”, relató Lorena, y agregó que ellos habían mantenido peleas porque “él no quería ver a su hija, nunca le contestaba los mensajes y la nena lloraba”.