Desde hace semanas, Kiev está presionando a Berlín para allanar el camino de Ucrania a la Alianza, que celebra su cumbre anual mañana en Vilna, Lituania.
La Fundación Ciencia y Política (SWP), con sede en Berlín, ha publicado un análisis sobre la próxima cumbre de la OTAN en Vilna, capital de Lituania, titulado “Seguridad duradera para Ucrania”, en el que pide que se tomen medidas concretas para que el país pueda convertirse en miembro de la Alianza.
Según los iembros de la SWP, hay que apoyar a Kiev con un “pacto por la seguridad, la reconstrucción y la paz”. Esto debería implicar “medidas que se refuercen mutuamente” y que estén coordinadas entre varios actores. Es decir, entre la UE, la OTAN, los grandes países industrializados del G7 y los más de 50 países que apoyan militarmente a Ucrania, encabezados por Estados Unidos, que coordina las entregas de armas a Ucrania en la base aérea estadounidense de Ramstein, en el oeste de Alemania.
“Alemania tiene el papel de país central en esto, tanto en términos de recursos financieros como de capacidades y, sobre todo, de peso político”, afirma la coautora del análisis, la investigadora de la SWP Margarete Klein.
“Lo que queremos decir es que la seguridad de Ucrania debe estar garantizada a largo plazo”, afirma Klein, que dirige el grupo de investigación sobre Europa del Este y Eurasia de la SWP. “Y para ello sólo vemos tres posibilidades: o Rusia se desarma, lo que es poco realista, o Ucrania vuelve a tener armas nucleares, lo que nadie puede desear, o Ucrania ingresa a la OTAN”.
Es decir, los miembros de la OTAN están barajando la posibilidad de entregar armas nucleares a Ucrania, luego de que Washington afirmara que se evalúa el envío de municiones de racimo prohibidas internacionalmente por el alto riesgo que implican para la población civil, con lo que se puede deducir que la escalada en el conflicto ucraniano no tendría límites, incluso para llegar a una guerra total continental.
Esto se desprende del estatuto de la propia OTAN, que indica que no se puede ingresar a un país beligerante porque pondría en riesgo a todos los miembros de la Alianza, que se verían obligados a responder militarmente ante quien se considere agresor de uno de sus miembros. En otras palabras, de entrar Ucrania en este contexto, toda la OTAN podría intervenir directamente atacando a Rusia en su territorio y con todo tipo de armas.
Poco antes de la cumbre de la OTAN, el Gobierno alemán acaba de aprobar un nuevo presupuesto federal en el que casi todos los miembros del Gobierno tienen que ahorrar, excepto el ministro de Defensa. No obstante, Boris Pistorius tiene que hacer un poco de acrobacia con los números para alcanzar el llamado objetivo del 2% del producto interno bruto destinado a las fuerzas armadas alemanas, un compromiso acordado entre todos los países miembros de la OTAN para el próximo 2024.