Además, se obtuvieron evidencias de que Hamás esconde combustible debajo del hospital Shifa, el más grande de Gaza. En tanto, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, se encuentra reunido con el Primer Ministro Benjamin Netanyahu.
Este viernes, el secretario de Estado norteamericano Antony Blinken viajó a Israel para reunirse con el Primer Ministro Benjamin Netanyahu, a propósito de un nuevo paquete de ayuda financiera aprobado en las últimas horas por el gobierno de Joe Biden para apoyar la guerra contra el grupo terrorista Hamás.
El viaje de Blinken, el segundo desde el ataque del 7 de octubre, tiene como fin convencer a las partes israelíes y árabes aliadas al gobierno estadounidense de establecer un diálogo en la capital de Jordania este mismo sábado, a la que invitó a los cancilleres de la región para negociar “pausas humanitarias”. En las mismas, EE.UU. se ofrecería como garante de un cese al fuego de todas las partes, aunque el gobierno hebreo afirma que Hamás no se va a detener ya que utiliza a la población civil como escudo humano.
En tanto, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) publicaron este mismo viernes una serie de llamados interceptados a miembros del grupo terrorista que confirman dónde está ubicada la base de operaciones de Hamás. “La llamada confirma que Hamás controla los recursos energéticos y el combustible en la Franja de Gaza y elige utilizarlo para el terrorismo”, afirmaron las FDI en un comunicado. “Peor aún, si se permite el ingreso de combustible a la Franja de Gaza, Hamás planea hacerse de esos recursos”.
Esto se suma a las prubeas que el vocero de las FDI, Daniel Hagari, publicó en redes sociales, donde se puede escuchar a una persona encargada del hospital de Shifa, el más grande de la Franja, conversando con un miembro de Hamás acerca de la ubicación de la base del grupo terrorista, justo debajo del edificio.
En tanto, los drones de las FDI también mostraron en lo últimos días un depósito de combustible que, se calcula, es de alrededor de 1 millón de litros, ubicado en una parte del desierto al norte de Gaza y distribuido en barriles, a la vista de quien sea se acerque desde el aire o haga un mapeo satelital. Sin embargo, las acusaciones alrededor del mundo apuntan al gobierno israelí por impedir el paso de combustible desde Israel hacia la Franja, a pesar de las crecientes evidencias que muestran que Hamás tiene el control sobre este y otros recursos y que, además, lo están obteniendo de algún otro lugar.
Por otra parte, este jueves, el comandante en jefe de las FDI, el teniente general Herzi Halevi, dijo que “Nosotros chequeamos la situación en la Franja cada día. Por más de una semana, ellos nos dicen a nosotros que el combustible en los hospitales se va a acabar, pero no sucede. Veremos cuando ese día llegue. El combustible será tranferido, con especial cuidado, a los hospitales, y haremos todo lo posible para garantizar que no termine en manos de Hamás y que no los sirva para sus armas de guerra”.
Hagari, asimismo, aseguró que las tropas del ejército israelí están avanzando en Gaza, “rodeando la ciudad y los alrededores desde el aire, la tierra y el mar. Las tropas avanzan en las batallas y están destruyendo infraestructura terrorista por arriba y por debajo de la tierra, y eliminando terroristas”.
Además, las FDI confirman haber ubicado y destruido uno de los túneles más extensos de la agrupación terrorista, gracias al trabajo de un comando de elite entrenado especialmente para el combate subterráneo.
Hamás, por su parte, retiene alrededor de 241 rehenes, según los últimos cálculos de las FDI difundidos, que estarían escondidos en el corredor de túneles que el grupo construyó debajo de toda la infraestructura civil de Gaza.
