Cataluña podría enfrentarse a una emergencia en septiembre “si no llueve antes de junio”.
En medio de una sequía prolongada y una primavera excepcionalmente seca, las reservas de agua de España están solo en el 50%, según un informe publicado este martes 18 de abril por el Ministerio de Medio Ambiente del país.
Si bien los niveles de agua han mejorado desde septiembre, cuando solo un tercio de las reservas estaban tras un verano abrasador, los niveles de agua de manantial están 17 puntos porcentuales por debajo del promedio de 10 años. En general, los niveles de agua nacionales están cerca de los registrados en la misma época del año pasado, aunque la situación ha empeorado dramáticamente en partes del Mediterráneo y el sur de España.
En partes de Cataluña, donde ya existen restricciones de agua, los embalses están llenos solo en un 26%. El año pasado, estaban llenos en un 60%. Normalmente, están llenos en un 80% en esta época del año. Este martes, la Agencia Catalana del Agua advirtió que la situación se convertirá en emergencia en septiembre “si no llueve antes de junio”. Las áreas de Andalucía y Murcia, ya afectadas por la sequía, han visto descensos significativos año tras año en los niveles de agua. El empeoramiento de la sequía se produce después del segundo marzo más seco jamás registrado.
Según el portavoz de la agencia meteorológica Aemet, Rubén del Campo, este abril podría convertirse en el más seco de la historia reciente de España. El masivo sector agrícola del país advirtió que la gran sequía podría convertirse en la ruina para los agricultores y hacer subir aún más los precios de los alimentos. Una asociación ganadera andaluza dijo que 500.000 cabras podrían ser sacrificadas porque apenas hay lugar para pastar y los precios del concentrado para animales se han disparado.
Por otro lado, en el Parque Nacional de Doñana, se libra una guerra política por el agua debido a que el Gobierno regional de derecha de Andalucía quiere legalizar más granjas con uso intensivo del preciado recurso. Sin embargo, la UE y el Gobierno nacional español dijeron que hacerlo podría significar un desastre para los humedales vitales que ya están sufriendo condiciones de sequía extrema.
