Se recalientan las expectativas y se tensan las posiciones

Se recalientan las expectativas y se tensan las posiciones
Es muy grande la diferencia de precio que plantean productores y bodegueros sobre la uva

Mientras continúa el debate por el precio de la uva, el gobierno provincial adopta la posición de un referí entre las partes.

La semana pasada en este mismo espacio se planteó el hecho de que hay ya declarada una guerra entre lo que el productor entiende que debe valer su producto y lo que los industriales estiman que van a pagar. Siete días después, nada ha cambiado.

Pero lo cierto es que la semana que viene se esperan, al menos, algunas respuestas y esas se podrían conocer en la mesa de concertación de uva que ha citado el gobierno de la provincia de Mendoza para el martes próximo.

Lo cierto es que estos espacios público -privados nunca han resuelto los conflictos que se dan entre privados y terminan quedando en un rosario de buenas intenciones. Pero si algo podría llegar a cristalizar el espacio, es la posición que han adoptado los involucrados.

Ya se admitió que el objetivo es conocer los costos de producción, calidades de los productos, situación de los mercados, precios de referencia, plazos de entrega de las materias primas y modalidades de pago, entre otros aspectos.

Pero hay un dato que llama la atención. La provincia aseguró, tras una reunión que tuvo con los productores más belicosos de la zona Este que están liderados por Luis Cañas, que “si hay necesidad de intervenir en el mercado, lo hará”. Pero eso lo dejó condicionado a conocerse la información sobre la estimación de cosecha que está haciendo el INV.

A la vez, lanzó un analisis sobre la evolución del mercado de traslados y sus precios, según el cual “los precios que reciben los productores y elaboradores de todos los productos vitivinícolas le ganaron a la inflación durante el año 2022″.

Da la sensación que desde el gobierno estarían planteando más una estrategia de “referí” o de acercamiento de partes que de una participación activa, al estilo, “operativo de compra de uva para mosto”, algo que hace varios años el gobierno ya no hace y que para ello ha puesto en marcha otras herramientas como el anticipo de cosecha o el banco de vinos.

Tal como ya se sabe, la estimación de cosecha será el dato clave a la hora de terminar de cristalizar los valores.

Un párrafo aparte se merecen las ventas de vinos, muchos aseguran que están complicadas en los niveles de precio de consumo masivo. “¿Hay grandes bodegas complicadas?”, se preguntan algunos.

Son estas apenas crónicas de lo que, se predice, será una vendimia muy ajustada.

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