Cristina Kirchner dijo que su condena tiene como objetivo la proscripción

Cristina Kirchner dijo que su condena tiene como objetivo la proscripción
Cristina Kirchner dijo que su condena tiene como objetivo la proscripción.

La vicepresidenta de la Nación disertó en la Universidad Nacional de Río Negro. Volvió a señalar la necesidad de que la clase política discuta la economía bimonetaria del país. También dijo que se debe revisar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

“Presidenta, Cristina, presidenta”. La consigna electoral fue insistentemente coreada en la sede Viedma de la Universidad de Río Negro. Cristina Kirchner recibió el Doctorado Honoris Causa (el máximo título honorífico universitario), después habló poco más de una hora, para las casi mil personas que ingresaron al salón, y las otra cinco mil que siguieron el mensaje desde afuera. La vicepresidenta acusó al “partido judicial” de impulsar su “proscripción”, sostuvo que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional debe ser revisado y convocó a la oposición a discutir cómo resolver “la economía bimonetaria argentina”, anclada en el dólar como “patrón de conducta”.

Cristina Kirchner habló el día después de que el tribunal que en diciembre pasado la condenó a 6 años de prisión más la inhabilitación perpetua para ocupar cargos, publicara los fundamentos del veredicto. Apenas le dedicó un párrafo de su mensaje: “Mas que fundamentos… millones de palabras y eufemismos, ninguna prueba y un solo objetivo, la proscripción”, definió la vicepresidenta.

Habló sobre “la ruptura del pacto democrático” sellado en 1983, con el retorno de la democracia. Dijo que “la principal ruptura fue la del 1 de septiembre”, cuando ocurrió el fallido intento de magnicidio. “Odié ser la protagonista”, confesó. Relató episodios previos de violencia simbólica y no tanto en su contra (la apedreada de su despacho en el Senado), y recordó una frase que le dijo el Papa Francisco: “Siempre la violencia física es precedida por la violencia de las palabras y las actitudes”.

Cristina Kirchner reapareció en Río Negro tras los fundamentos de su condena.

En otro apunte judicial lo nombró a Wado de Pedro, dirigente kirchnerista con aspiración presidencial: “Creo que el que mejor lo definió fue el ministro del Interior Wado de Pedro: han remplazado al Código electoral por el Código Penal”.

“No estamos ante un Estado democrático constitucional”, aseguró, para afirmar que la oposición aparece “aliada con el Poder Judicial”, al que bautizó, “el Partido Judicial”. “Estos sectores y mafias, más tarde o temprano, colapsan”, pronosticó.

Cristina Kirchner valorizó los tres gobiernos kirchneristas, sobre todo el desendeudamiento llevado adelante por Néstor Kirchner “con quita de capital e intereses”, algo que, dijo, no consiguió el ex ministro Martín Guzmán al negociar con los acreedores privados.

Cristina Kirchner también dejó algunos apuntes críticos al gobierno nacional y cuestionó, de nuevo, la forma de conducción de Alberto Fernández. Habló de la necesidad de “generar trabajo, pero bien remunerado”, y dijo que de los 30 millones de argentinos que pueden trabajar, solo 11 millones están registrados.

“¿Qué es dirigir? Ser senador, presidente, no es dirigir. El dirigente tiene que ver más adelante para conducir a las sociedades a lugares buenos y seguros”, dijo en un frase con eco en la Casa Rosada.

El auditorio durante el discurso de Cristina Kirchner.

Cristina Kirchner, apoyada en unos gráficos, sostuvo que los gobiernos kirchneristas tuvieron los salarios más altos de Latinoamérica y que cuando dejó el gobierno a fines de 2015, la inflación era del 24 por ciento.

“Los que me dieron lecciones para solucionar la inflación la llevaron al 54 por ciento. Fíjense cómo estaban los salarios en el 19 y ahora, que tenemos 100 por 100 de inflación. Los salarios no son la causa”, afirmó, para remarcar (en crítica al actual gobierno) que ahora hay trabajadores registrados “que no llegan a fin de mes”.

“La pandemia fue terrible, la guerra también, pero no hay catástrofe más grande que el endeudamiento que produjo el gobierno entre 2015 y 2019. Catástrofe”, repitió apuntando al macrismo, aunque sin nombrarlo.

Negó ser “ideológica” o “terca” y se reivindicó como una política “pragmática”. Reconoció que apoyó las renegociaciones de la deuda “por responsabilidad institucional”.

Pero a renglón seguido dijo: “Se van a tener que revisar las condiciones en que se firmó el acuerdo (con el FMI)”. Explicó que ni aún “20 Vaca Muerta” y “80 mil toneladas de litio” van a ser suficientes para resolver los problemas de la economía bimonetaria (establecida desde 1976) y, sobre todo, para conseguir los dólares necesarios para pagar la deuda externa. Mencionó los vencimientos anuales que le esperan a la Argentina: 15 mil millones de dólares en el 24, 18 mil millones en el 25, o los 25 mil millones para el 2028, y así.

“Algunos ven la dolarización como una nueva convertibilidad. El valor de una moneda no es una ley sino el tamaño de una economía”, definió.

“Economía bimonetaria y un tercio en negro, no sé como estamos vivos, es la Argentina milagrosa”, dijo.

Cristina Kirchner propuso mejorar la administración del comercio exterior y reformar el Banco Central “para que cuide la moneda”.

Cristina Kirchner reapareció en Río Negro tras los fundamentos de su condena.

También dijo que se gobierna “con hegemonía o consenso”. Puso su segunda presidencia como ejemplo de “un gobierno hegemónico”, en el que el parlamento “funcionaba a full” y “nadie obligaba a votar a favor o en contra”. “La otra posibilidad es sellar consensos”, explicó. Dijo que el gobierno de Cambiemos no pudo imponer su hegemonía. Y dejó otro apunte crítico al gobierno de Alberto Fernández: “Si no tenemos hegemonía ni consenso, bueno… papito, que te ayude tu hermano”.

Dijo que le pareció “saludable” que un precandidato de la oposición haya opinado que “el que diga que llega al gobierno saca el cepo es un chanta”.

Instó de nuevo a discutir el acuerdo con FMI. “Revisar ese acuerdo, no es para no pagar, sino para que nos dejen crecer” y reiteró su llamado a discutir la economía bimonetaria “sin clichés”. Terminó su discurso alertando sobre lo que llamó “la fragmentación política”.

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