De terror, buscan los restos de Cecilia en una calle recién asfaltada

De terror, buscan los restos de Cecilia en una calle recién asfaltada
Gloria Romero, madre de Cecilia Strzyzowski - Foto Clarín

El operativo lo hicieron expertos de Gendarmería en el barrio Emerenciano Sena. La madre de la joven convocó a una movilización el domingo.

El vecino se para sobre una montaña de tierra. Más alto que él solo hay drones y el piso de arriba de las viviendas del barrio Emerenciano Sena, del “Gran Resistencia”. “Es raro que hayan pavimentado la última cuadra del barrio... Podrían haber hecho la obra por otras calles por las que pasan más autos”, dice.

El Equipo de Fiscales Especiales que investiga el crimen de Cecilia Strzyzowski (28) tuvo la misma duda, y por eso ordenó una pericia que se realizó en la tarde del sábado. El Equipo Forense de Georadar de Gendarmería Nacional “barrió” una parcela con un georadar en busca de restos de la víctima y de otros materiales de interés para la causa debajo del asfalto. Lo hicieron junto a un perro especialista en detección de restos humanos.

“Mañana (por el domingo) se analizarán los resultados”, confió una fuente de Gendarmería. Será a través de un software en la División de Criminalística. Los peritos volverán a la actividad el lunes, en el tramo que resta de la obra, realizada entre el 2 y el 4 de junio, según declaró el dueño de la empresa a cargo de los trabajos. Cecilia se encuentra desaparecida desde el 2 de junio, cuando una cámara de seguridad la registró ingresando a la casa de los Sena, en Santa María de Oro 1460.

La jornada había comenzado en esa misma vivienda. El equipo de Gendarmería Nacional ingresó a las 9.15 para un operativo que duró hasta las 14.30. En un momento se dijo que se había secuestrado una mochila y manchas de sangre. Pero una fuente de la investigación se lo desmintió a Clarín. “En la requisa solo secuestramos elementos cortantes y dispositivos electrónicos”, aclaró. Se trataría de cuchillas para faenar animales, no encontradas en el allanamiento anterior.

Mientras los seis forenses y ocho criminalistas de Gendarmería Nacional a cargo del operativo realizaron el trabajo, el barrio Emerenciano Sena continuó con su marcha: el chamamé y la cumbia santafesina sonaba desde las casas, los perros de la calle ladraban como si los gendarmes fueran enemigos y los chicos se la pasaron jugando al fútbol y a tirarse piedras con gomeras, a escasos metros de donde trabajaban los especialistas.

Emerenciano es un barrio en el que conviven vecinos que en su frente tienen autos o caballos y carros. Por estas horas empezaron a desaparecer algunas viejas pintadas de los frentes de los primeros pisos de las viviendas. En realidad solo se tapa una palabra: Emerenciano o Sena, o las dos cosas juntas. “Era una obligación que pintaras el nombre de Emerenciano. Pero con esto la gente se cansó”, cuenta el vecino que mira el operativo.

Y sigue: “Una de las condiciones para que te entregaran la casa. Ellos nunca te daban los papeles, no escriturabas. A algunos vecinos los han sacado a la fuerza por negarse a participar de marchas u otras actividades de la organización de Sena”.

Gloria Romero, la madre de Cecilia, convocó a una nueva marcha para el domingo a la tarde. “Necesito que me acompañen. Cuando se vayan los medios nacionales volveré a ser una ama de casa luchando contra el poder provincial”, pidió en una conferencia de prensa el viernes. La consigna es marchar hasta la comisaría en la que está detenida Marcela Acuña, madre del ex esposo de su hija, y principal sospechoso de ser el autor material del crimen.

Se espera para el martes la llegada del Equipo de Antropología Forense de Córdoba. Será la segunda colaboración del grupo, catalogado como uno de los mejores del país. El objetivo es que realicen un estudio de restos óseos que fueron hallados en el río Tragadero, junto al dije que Gloria reconoció como el que usaba Cecilia. Para la madre y sus abogados, los resultados de los estudios del martes podrían comenzar a cerrar la investigación.

La hipótesis de la fiscalía

La principal hipótesis que maneja la fiscalía es que los Sena querían “sacar del medio” a Cecilia. Cree que la joven fue estrangulada dentro de la casa de Santa María de Oro el mismo 2 de junio.

Acuña declaró en indagatoria que ella vio “un bulto” similar a “un cuerpo” dentro de la casa ese viernes, una declaración que complica a su hijo, pero la libera tanto a ella como a su marido, que llegaron a la casa alrededor del mediodía. Una estrategia posible de la familia sería buscar que se declare inimputable a César, aunque las pericias psiquiátricas realizadas hasta ahora indican que “se encuentra ubicado en tiempo y espacio” y “entiende la naturalidad de los crímenes”.

Tras matar a Cecilia, estiman los investigadores, los Sena habrían llevado su cuerpo a la chanchería ubicada en Campo Rossi. Allí lo incineraron, en un fuego que duró cuatro días, y luego lo trituraron a golpes. Esos restos calcinados y golpeados habrían sido puestos en una bolsa y arrojados al río Tragadero. Y no descartan que hayan sido sepultados debajo del flamante asfalto de la última cuadra del barrio Emerenciano.

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