Dijo que hay mala administración, malas políticas y que el aumento de precios es impresionante.
El Papa Francisco se metió de lleno en la interna política nacional mediante una declaración que expuso sus diferencias con la clase dirigente de, al menos, la última década. Responsabilizó al aumento de la pobreza y de la inflación en el país a “la mala administración y malas políticas”.
La crítica rebotó en Casa Rosada, desde donde salieron a desligarse de la crítica situación económica y apuntaron contra el gobierno de Mauricio Macri por el legado recibido.
“En el año 55, cuando terminé mi escuela secundaria, el nivel de pobreza era del 5%, hoy la pobreza está en el 52%. ¿Qué pasó? Mala administración, malas políticas”, dijo el Papa, aprovechando el contexto también para revalorizar la segunda presidencia de Juan Domingo Perón, interrumpida por un golpe de Estado.
El Papa habló en una extensa entrevista con la agencia de noticias Associated Press, en la que también hizo mención a la “impresionante” inflación con la que cerró Argentina el 2022, del 94,8%.
“Argentina en este momento, y no hago política, leo los datos, tiene un nivel de inflación impresionante”, enfatizó Francisco en una entrevista de amplia repercusión internacional en la que también afirmó que la homosexualidad “no es un delito”.
Las declaraciones del Papa en relación a la preocupante inflación en la Argentina van a contramano de los dichos del presidente Alberto Fernández, quien en un reportaje a un medio de Brasil aseguró que era “autoconstruida” y apuntó a los “diablos” que suben los precios.
Los tres años de gestión de Fernández suman casi 300% de inflación desde que llegó a la Casa Rosada, superando a los 295,7 puntos que acumuló Macri y los 177 puntos del segundo mandato de Cristina Kirchner, ambos en un período de cuatro años.
El Gobierno acusó recibo de la crítica papal y salió a responderle a través de la vocera presidencial Gabriela Cerruti, quien dijo que la crítica situación de pobreza e inflación “se debe a los cuatro años que gobernó Macri”.
Más tarde, el propio Alberto Fernández le contestó: “Mientras gobernó Perón, otra era la realidad argentina”.
Y también se corrió de la responsabilidad por la crítica situación económica social y económica: “Cuando empezaron a sucederse gobiernos dictatoriales, siempre regidos por las lógicas liberales y conservadores, generaron lo que generaron”.
En la charla que mantuvo con la prensa estadounidense, el Papa, además, volvió a descartar una eventual visita a nuestro país, que en pocos días, con las PASO en La Pampa, comienza un extenso calendario electoral rumbo a las presidenciales.
“Por el momento, no. Estuvo programado en 2017, Chile, Argentina y Uruguay. Noviembre, ¿qué pasó? Bachellet terminaba y yo quería ir a visitar a Michelle. Lo pasamos a diciembre, pero caer en enero a Argentina uno no encuentra ni al perro en la calle, es como el agosto romano. Si recuerda, hicimos Chile y Perú, y después ya no se reprogramó más”, contó.
En otro pasaje del reportaje, el Papa contó una historia “teológico-cultural”, que tiene como protagonistas a ángeles, Dios y a los argentinos.
“Los ángeles custodios de los países se fueron a quejar a Dios y le dijeron ‘fuiste injusto con nosotros porque a cada uno nos diste un riqueza, minería, agricultura, ganadería, y a los argentinos les diste todo, todo, tienen todas las riquezas’. Dicen que Dios pensó un poco, y dijo: ‘Para equilibrar les di a los argentinos’. Que no se enojen, es un chiste, yo soy argentino, pero algo de verdad hay, no terminamos de llevar adelante nuestras cosas”, relató el Papa.
Su estado de salud y su futuro
Días atrás, Francisco sorprendió al invocar una frase de la Biblia durante el Angelus que fue leída como una alusión a un posible retiro, cuando reflexionó sobre saber “hacerse a un lado, aprender a despedirse”.
Luego, en una reunión con médicos y miembros de la Federación Italiana de Radiólogos, el Papa Francisco afirmó este lunes que “un mundo que descarta a los enfermos, que no ayuda a quienes no pueden permitirse un tratamiento, es cínico y no tiene futuro”.
Este miércoles, nuevamente volvió a referirse a su futuro al frente del Vaticano y su estado de salud, que generó preocupación debido a una serie de intervenciones quirúrgicas.
“Estoy bien de salud. Por la edad que tengo (86 años), estoy normal. Puedo morir mañana, pero vamos, está controlado”, respondió con ironía habitual.
También se refirió a la diverticulosis, bolsas que se forman en la pared del intestino, y dijo que había “vuelto”. En 2021 le extirparon a Francisco 33 centímetros de intestino grueso, que el Vaticano describió como una inflación causada por un estrechamiento del colon. Además, tiene una pequeña fractura en una rodilla por una caída.
Benedicto XVI, quien acaba de fallecer y fue su predecesor, en 2013 se convirtió en el primer pontífice que renunciaba en 600 años, por eso otras de las preguntas a Francisco fueron respecto a la posibilidad de que existan normas para regular jubilaciones futuras.
El papa Francisco dijo que ni siquiera se le ha ocurrido regular renuncias papales futuras, y que continuará mientras pueda como obispo de Roma pese a una oleada de críticas de algunos cardenales y obispos de alto rango.
“Después de alguna experiencia más, ahí se podría regularizar más o reglamentar más”, señaló. “Pero por el momento no se me ocurrió”, agregó.
Francisco remarcó su papel como “obispo de Roma” en contraste con la figura de Papa y aseguró que sus planes son “continuar con ser obispo, obispo de Roma y en comunión con todos los obispos del mundo”.