El Gobierno le ofreció 3 cabañas y 10 hectáreas a los mapuches de Villa Mascari para mantener la tregua con los vecinos

El Gobierno le ofreció 3 cabañas y 10 hectáreas a los mapuches de Villa Mascari para mantener la tregua con los vecinos
Mapuches bloquearon La trochita en rechazo de los desalojos en Villa Mascardi.

El próximo 12 de junio se firmaría un Acta de acuerdo con la comunidad que mantuvo la tensión en la zona durante cinco años. Es a 8 meses del desalojo.

Ahora flamean flacas banderas celestes y blancas a la vera del camino. La Ruta Nacional 40, a la altura de Villa Mascardi, transita un tiempo de serenidad. En la posta del Automóvil Club, frente al bello lago espejado, se aburren los efectivos enviados hace un año por el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández. El comando unificado de fuerzas federales nada tiene que hacer allí: toman café a raudales y se refugian a menudo del agua nieve frecuente de la época.

Los propietarios han vuelto a las casas, tímidamente. Pero no terminan de sentirse seguros y ni siquiera tranquilos. Perciben que algo ocurre debajo de la superficie. Un movimiento de burocracias que no consiguen ver y sucede por completo, dicen, a sus espaldas. Entonces, los anotician. Les avisan lo que se viene y retorna la inquietud.

Una incomodidad asentada. Esculpida por la certeza de que varios de los que tomaron sus tierras, los mismos que alguna vez los atacaron, están sueltos, acaso al acecho, sin ser buscados por nada ni por nadie. A la fecha, hay seis hombres y una mujer prófugos de la Justicia por la usurpación de Villa Mascardi, ocurrida entre 2017 y 2022.

También hay cuatro mujeres presas, entre ellas la machi, Betiana Colhuan. La mujer de la visión divina cría un hijo tras las rejas. El padre del niño, Matías Santana, el famoso mapuche de los binoculares sigue escurridizo, quizás en las montañas o más bien oculto en los barrios pobres del Alto Bariloche o en las periferias de Esquel o de El Bolsón.

Otro prófugo: Lucas Pilquiman. El Testigo E. Quien dijo haber visto a Santiago Maldonado ahogarse en las aguas del río Chubut.

Pero la novedad viene dada por los hechos. Los diálogos entre la comunidad Lafken Winkul Mapu finalmente desalojados de Villa Mascardi y el Gobierno no se han detenido. El Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, gestionado por gente de Juan Grabois, en tándem con la Secretaría de Derechos Humanos, que maneja Horacio Pietragalla, han conseguido ofertar a la comunidad. Lo que les proponen es atractivo: tres cabañas y diez hectáreas en la zona.

En esa dirección avanzan las mesas de diálogo que representantes del Gobierno mantienen con los voceros de la comunidad, ahora desplazada. Los Nahuel Colhuan se mantienen refugiados en el barrio Virgen Misionera, de Bariloche. ¿Han vuelto a Mascardi, a ocho meses del desalojo? “Me permito pensar que sí. ¿Qué argentino vendría a destruir las banderas argentinas que están a la vera de la ruta, como ocurrió varias veces?”, se pregunta Diego Frutos. “Alguien aparece de noche y quema las banderas”, agrega.

Son protestas aisladas. Reclamos de liberación de las mujeres detenidas. Elementos aislados protestan de ese modo por una liberación que no se consuma.

“Se sucedieron más de 200 hechos delictivos”, dijo hace diez días el juez Gustavo Villanueva, quien rechazó la liberación de las mujeres mapuches mientras subroga el Juzgado Federal de Bariloche. Desestimó el planteo de la defensa de tres de las detenidas. “No es este un proceso de usurpación como cualquier otro”, planteó.

Pero se concretan otras cosas. Según narran los vecinos de Villa Mascardi, las tres cabañas que el Gobierno serán edificadas en la zona del rewe, el tótem religioso donde la machi Betiana tuvo la visión. ¿Qué vio? Según los mapuches, que en esas tierras frente al lago debían asentarse para refundar su comunidad. Las viviendas serán levantadas bajo tierras del Estado. Algunos metros más arriba del viejo hotel IOS destruido, sede de una escuela de guardaparques que jamás se implementó.

La propuesta la hizo la Secretaría de Derechos Humanos. Fue como respuesta a un pedido de Alberto Fernández para descomprimir el conflicto.

La coordinadora del Pueblo Mapuche de Río Negro confiaba en que el documento sería rubricado esta semana, aunque a último momento se postergó el encuentro entre el Estado y la comitiva. La nueva fecha de posible concreción es el 12 de junio. Hay otro detalle, que vuelve todavía más atractivo el convite.

La oferta a la Lafken Winkul Mapu se completa con diez hectáreas en una valle verde y nutrido. Es una explanada a orillas del Lago Guillelmo, sobre la margen norte del espejo de agua, de camino a El Bolsón. Nadie se opone. Después de cinco año de violencia y muerte, tras cinco años tensión y penuria, finalmente se ven los frutos. Una buena porción allí mismo en el paraíso patagónico... donde ninguna machi, que se sepa, ha visto nada.

La bronca de los vecinos crece. Por eso, se están organizando para volver a marchar. La convocatoria, el próximo 25, dice, entonces, lo siguiente: “La Patria nos necesita! Únete a la convocatoria de Patoruzú a la lucha por la soberanía en Villa Mascardi. El gobierno ha demostrado su incapacidad para mantener nuestra tierra a salvo, pero nosotros no nos rendiremos. Este 25 de mayo, en la Rotonda del Diarco, nos reuniremos en una concentración en defensa de nuestra integridad territorial. Trae tu bandera argentina y todas las insignias patrias que tengas. ¡Luchemos juntos por nuestra tierra y nuestra gente!”.

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