Se votó en varias comunidades del país y el resultado puede ser un adelanto de los comicios generales que se realizarán en diciembre. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, del PP, conquistó la mayoría absoluta.
Aunque no se votó en todo el país, el triunfo del Partido Popular (PP) en las elecciones municipales y regionales de este domingo configura lo que podría ser el resultado electoral de los comicios generales previstos para diciembre.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, del PP, conquistó la mayoría absoluta.
Y el presidente de su partido, Alberto Núñez Feijóo, afianza su liderazgo en éstas, sus primeras elecciones desde que asumió al frente del PP, en abril del año pasado.
Los recuentos señalan que el PP ganó las elecciones municipales y estaría en condiciones de arrebatarle al PSOE varios gobiernos regionales decisivos en el mapa electoral, si acepta pactar con Vox, el partido de ultraderecha que también celebra los votos que obtuvo: triplicaría la cantidad de concejales que consiguió en las últimas municipales de 2019.
Cambio de manos
Con estos resultados, no sería disparatado esperar que Núñez Feijóo le pida elecciones anticipadas al presidente del gobierno, Pedro Sánchez.
Hasta hoy, sólo dos comunidades autónomas de las que renovaban autoridades este domingo estaban en manos de los populares: la Comunidad de Madrid y Murcia.
Pero el castigo electoral que padeció este 28 de mayo el Partido Socialista que gobierna España en coalición con Podemos se tradujo en la pérdida de gobiernos cruciales como el de la Comunidad Valenciana -uno de los territorios más anhelados-, Aragón, Extremadura, La Rioja y las Islas Baleares.
En el ámbito municipal, el PP renueva su poder en el Ayuntamiento de Madrid, donde José Luis Martínez-Almeida gobernará esta vez en solitario.
Las ciudades de Valencia y Sevilla también cambiarán de color y pasarán a ser gobernadas por los populares.
Estas elecciones revelaron, además, la decadencia los partidos más nuevos como Podemos y Ciudadanos, cuyos votos -1.600.000- obtenidos en 2019 habrían pasado al PP.
A partir de las diez de la noche, los presidentes autonómicos socialistas salieron a reconocer su derrota.
A las once de la noche, en Madrid, la sede del PP en la calle Génova, muy cerca de la Plaza Colón, se abarrotó de simpatizantes que cortaron la calle y celebraban el triunfo electoral de este domingo.
Unos 35 millones de españoles votaron en más de 8.000 municipios en toda España y en 12 de las 17 comunidades autónomas que integran el territorio español. También hubo elecciones en las dos ciudades que España tiene en territorio marroquí, las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Hubo elecciones en la Comunidad de Madrid, en Aragón, en Asturias, en las Islas Canarias, en las Baleares, en Cantabria, en Castilla-La Mancha, en la Comunidad Valenciana, en Extremadura, en La Rioja, en Navarra y en la Región de Murcia.
Andalucía, Cataluña, Galicia, País Vasco y Castilla y León no eligieron en esta ocasión autoridades para sus Parlamentos regionales -por calendario propio o por adelanto electoral, entre 2020 y 2022- aunque sí celebraron elecciones municipales.
Más votos
Los colegios electorales -cerca de 23.000 en toda España- estuvieron abiertos entre las 9 de la mañana y las 20 donde, en los territorios en los que se eligen autoridades autonómicas y municipales, a los votantes los esperaban dos urnas: una para sobres color sepia -para las regionales-, y otra para sobres blancos -los municipales-.
A las dos de la tarde ya había votado el 36,7 por ciento del padrón. La cifra representa un aumento de más de un punto y medio respecto de las últimas elecciones, la de 2019, a esa misma hora.
El presidente del gobierno de coalición PSOE-Podemos, Pedro Sánchez, votó temprano. Apenas habían pasado las nueve de la mañana cuando Sánchez se presentó en la escuela madrileña del distrito de Moncloa donde está empadronado.
“¡Que te vote Txapote!”, le gritaron algunas personas apenas se bajó del auto oficial.
Los gritos hacen referencia al sobrenombre de uno de los etarras más temibles, Javier García Gaztelu, ex jefe del aparato militar de ETA, condenado a más de 150 años por delitos cometidos cuando la banda terrorista destrozaba España.
La ironía alude a uno de los escándalos que empañó la campaña electoral: la presencia de 44 ex etarras en las listas municipales del partido nacionalista vasco EH Bildu, siete de los cuales cumplieron condena por haber matado o ayudado a asesinar.
“Puede ser legal pero no ético”, dijo Sánchez. Los candidatos aseguraron que si ganan, no asumirán los nuevos cargos.
Bildu, sin embargo, ganó las elecciones en Vitoria, empató con el Partido Nacionalista Vasco en San Sebastián y se consolidó como segunda fuerza en Bilbao.
“Por mucho ruido que hayan tratado de hacer, la izquierda independentista ha sacado los mejores resultado de su historia hoy”, dijo el líder del Bildu, Arnaldo Otegi.
Hubo denuncias de presunta compra de votos por correo en siete municipios que empañaron los días previos a las elecciones.
Sin embargo, casi un millón de personas votaron por correo.
La jornada electoral, lluviosa en gris en casi toda España, dejó algunas anécdotas como la del municipio de Villarroya, en La Rioja: cuenta con 7 vecinos que votaron en 29 segundos, todo un récord.
O el olvido del presidente de Castilla-La Mancha y candidato del PSOE a la reelección, Emiliano García-Page, quien recién frente a las urnas se dio cuenta de que no había llevado su DNI y tuvo que volver a buscarlo.
Y otro dato desalentador para la democracia española: en 43 pueblos no hubo elecciones por ausencia de candidatos. Nadie se presentó.