Javier Milei y las comparaciones con Donald Trump

Javier Milei y las comparaciones con Donald Trump
El Diputado Nacional, Javier Milei, quien lidera el partido político, La Libertad Avanza, brindó una conferencia en la ciudad de Río Cuarto, Córdoba, en donde también mantuvo un encuentro con los productores rurales de la zona. (Tomy Freagueiro / La Voz)

El avance del libertario comienza a ser tema de conversación entre funcionarios en Washington. La comparación con el magnate y la preocupación de los expertos por el populismo autoritario.

Lo que en un momento se consideró un fenómeno marginal, casi estrafalario, hoy se volvió central en la política argentina. Funcionarios, economistas y expertos que siguen los vaivenes de nuestro país desde Estados Unidos observan con perplejidad y preocupación el avance en los sondeos de Javier Milei y no pueden evitar compararlo con Donald Trump, que comenzó su carrera hacia la Casa Blanca como un personaje excéntrico y terminó en la presidencia contra lo que el establishment esperaba. Hoy, como candidato favorito del partido republicano para 2024, sigue en el centro del ring político.

Según supo Clarín, la figura del economista libertario suele sobrevolar las charlas privadas entre funcionarios argentinos y estadounidenses que se interesan sobre nuestro país. Claro que hablan sobre los candidatos de Juntos por el Cambio y los vaivenes del Frente de Todos. Pero cada vez más les preguntan por el “Little Trump” o el “Little Bolsonaro” y cuáles son sus posiciones porque en Washington –más allá de la estridencia de sus retórica-- no asoman muy claras.

Mientras tanto, en los pasillos del Fondo Monetario Internacional los técnicos se quedan sin palabras ante la posibilidad de tener que lidiar con alguien que promueve, por ejemplo, cerrar el Banco Central y dice que “el FMI no debería existir”.

El propio líder libertario avala el espejo trumpista en el que le gusta reflejarse. “Mi alineamiento con Trump y Bolsonaro es casi natural”, dijo en una entrevista al diario OGlobo y explicó que todos los que estén en contra las corrientes políticas de la izquierda “están del lado en el que estoy”.

Y no duda elogiar al ex presidente: “Para los políticos argentinos, Trump es una herejía porque baja los impuestos, hace crecer la economía y baja el déficit fiscal. Trump les demuestra que son unos inútiles y que lo único que hacen es cagarnos la vida”, afirma.

¿Qué tienen en común el argentino y el estadounidense, más allá de su retórica incendiaria? ¿Cómo ven en Estados Unidos hoy a Milei?

Donald James Trump nació en una familia millonaria y Javier Gerardo Milei tuvo un buen pasar como hijo de un empresario del transporte. El argentino estudió economía y se dedicó al asesoramiento, la academia y a la actividad privada, mientras que el estadounidense estudió negocios y expandió la empresa constructora familiar hasta hacerla un imperio inmobiliario, aunque con algunas violaciones impositivas que la justicia investiga.

Ambos hicieron de sus melenas un sello de identidad. Trump pasa horas con su peluquero para acomodar su cabello anaranjado de manera de evitar que se vea una calvicie, mientras que Milei tiene un look desordenado de rockero que lo muestra como un irreverente. Los dos aman los medios y su imagen creció al compás de la televisión. Picantes, polémicos, siempre dispuestos a pelearse, el rating los adora y fue el trampolín para el salto a la política.

Al comienzo de la campaña electoral de 2016, Trump competía con 16 precandidatos republicanos. Fue acusado de payaso, de loco, de ser una improvisada estrella de reality show de carácter intempestivo incapaz de liderar la primera potencia. Pero demolió uno a uno a sus rivales de la interna y más tarde logró vencer a la demócrata Hillary Clinton.

El mensaje de Trump era “drenar el pantano” de Washington y “hacer a EE.UU. grande otra vez”. El de Milei es similar: “Demoler la casta” y “reconstruir la Argentina y salir de los escombros para volver a ser una potencia”. Como hacía Trump, que descalificaba a sus adversarios con apodos como “Bush el débil” o “Joe el dormido”, al argentino llama a sus rivales “Juntos por el Cargo” o el “Frente de Chorros”.

Ambos surgieron como “outsiders”, gente fuera del sistema tradicional, fruto de las crisis económica y el descontento de la frustración por la clase política que había dejado fuera a mucha gente en el interior del país (en EE.UU) y a lo largo y ancho de Argentina. Ofrecen esperanza a millones de olvidados.

Aunque no las desarrolla demasiado, las ideas del líder de “La libertad Avanza” se asemejan más bien a las del pequeño Partido Libertario de EE.UU. --mínima intervención económica del Estado, desregulación total y drástica reducción de impuestos— y no tanto a las del Partido Republicano, que es más religioso y conservador en lo social. Paradójicamente, al revés que los libertarios de aquí, Milei está en contra del aborto. Nadie habla acá de cerrar la Reserva Federal.

Una diferencia importante: Trump al final utilizó la estructura del Partido Republicano para llegar a la Casa Blanca, mientras que Milei no tiene ese andamiaje.

“Milei quiere usar el ejemplo de Trump para tratar de llegar al poder”, dijo el argentino Federico Finchelstein, jefe del Departamento de Historia de la New School for Social Research de Nueva York y experto en populismos. “Tienen muchas cosas en común: una mirada muy autoritaria e intolerante, hacen utilización de la mentira y la propaganda a niveles que quizá otros políticos no hacen. Estamos hablando de personas que se la creen y sienten que saben sobre temas en los que demuestra que realmente no saben nada. Por otra parte, hay sectores intolerantes que los apoyan también”.

El experto señala que “Milei y Trump forman parte del mismo fenómeno que es la variante más autoritaria del populismo. El populismo es anti-política y paradójicamente este tipo de personajes siempre presentan al otro como que no pertenece al pueblo o a una forma sana de hacer política. Siempre se presenta al otro de forma apocalíptica y demonizando. Es la idea de la casta”.

Finchelstein afirma que “Trump y otros populismos coinciden en que se dan en medio de una crisis de representación grave, cuando la gente se siente frustrada con los políticos que no solucionan sus problemas. En estos casos aparecen estos hechiceros que presentan soluciones mágicas y aseguran que van a solucionar los problemas y que son ellos los que representan lo que la gente quiere”. Y agrega: “Es más fácil mentir y hacer una propaganda totalitaria que explicar soluciones que tienen su complejidad y que aceptan las dificultades de las cosas”.

Para Benjamín Gedan, director del Departamento de América Latina del Wilson Center y fundador del Argentina Project, “es peligroso subestimar las posibilidades de que gane Milei”. Agrega que “todavía es temprano para prestar aquí demasiada atención a las elecciones en Argentina. Y para muchos en Washington la competencia entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich es más relevante, porque todavía parece que ganará la oposición tradicional. Pero puede cambiar rápido cuando la gente se dé cuenta del poder creciente de Milei”.

Según el analista, “Trump y Milei se concentran más en el rechazo de la política tradicional que en desarrollo de su propia propuesta. Por no tener ni partido ni antecedentes políticos, esto lleva un alto nivel de incertidumbre”.

Y agrega: “Puede ser que algunas de las críticas de Milei contra la clase dirigente sean correctas y que él haya encontrado algunos remedios razonables. Pero su falta de experiencia generaría mucha incertidumbre y su estilo combativo garantizaría peleas políticas permanentes y brutales”.

Daniel Kerner, director de América latina en Eurasia Group, dijo que “hasta ahora Argentina había estado exenta de la ola de descontento y outsiders, y pareciera que ya no. El interés en Milei en Washington empieza a crecer, y será aún mayor si le va bien en las PASO”.

Desde la perspectiva de los inversionistas, el experto agrega que “Milei es la gran incógnita de la elección. No se sabe mucho que piensa, ni cómo haría lo que dice. Si insiste en sus propuestas, y le va bien en las PASO, va a agravar la situación económica aún más, deprimiendo todavía más el interés en el país. La visión dependerá de lo que diga. Hoy sus propuestas lucen inaplicables”.

Sobre cómo se ven las ideas de Milei en EE.UU., señala que “entre la gente razonable e informada la idea de la dolarización y la eliminación del Banco Central luce como una locura. Pero tampoco hay mucha claridad sobre la viabilidad de las otras propuestas. Imagino que puede haber quien esté de acuerdo, pero se necesitarán muchos más detalles. No creo que ni el FMI ni el Tesoro estén cómodos con esas ideas”.

Finchelstein se pregunta: “¿Cuántos votantes de Milei en realidad pensaron en destruir el Banco Central o en vender órganos? Son delirios. En ningún ámbito académico o en donde se piense en la política de forma seria se presentan este tipo de programas”, señala.

Gedan apunta que “Argentina ha estado estancada desde hace más de una década y es entendible que muchos votantes están abiertos a alternativas no tradicionales. Pero la elección de Milei sería dar el paso hacia lo desconocido, con potenciales consecuencias serias. A pesar de todos sus retos económicos, Argentina ha preservado su institucionalidad, incluyendo el dominio de la ley y el sistema de pesos y contrapesos. ¿Por qué arriesgarlo justo en el año cuando el país cumple 40 años de democracia ininterrumpida?”.

Mientras tanto, el libertario avanza en las encuestas y tendría chances incluso de colarse en la segunda vuelta. En EE.UU., Trump se va consolidando como el favorito de los republicanos. Algunos especulan con una foto entre ambos. Cuando le preguntaron al argentino sobre un posible encuentro, Milei respondió: “Tengo afinidad con el partido republicano y está claro que existe la posibilidad de tener contacto con el ex presidente Trump. Sería una gran foto. Con nuestras melenas, no tengo ninguna duda”.

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