Son los diálogos que mantuvo el comandante del Boeing 757-256 con la torre de control.
Se conocieron los audios que mantuvo el piloto del nuevo avión presidencial, que este jueves hizo una arriesgada maniobra en su llegada a la Argentina, con la torre de control.
En varios pasajes, el comandante Leonardo Barone, a cargo del Boeing 757-256 que fue adquirido en un valor cercano a los 25 millones de dólares y llegaba desde Miami, desoye las indicaciones de los controladores.
En uno de los pasajes, el piloto le pide autorización para ir a menos de 3.000 pies, a lo que desde la torre le dice que aguarde unos minutos para que se libere el espacio aéreo sobre el Aeropuerto de San Fernando para autorizar el pedido.
A partir de ese momento empieza una serie de diálogos confusos en el que demoran las respuestas y la comunicación es poco clara.
“No descienda de 3.000 pies para no penetrar el aterrizaje de San Fernando”, dice la mujer desde la torre de control, a lo que el piloto responde: “¿Libre descenso para el ARG-01? (como se conoce al avión)”. Pero desde el control no se lo permiten: “Negativo, mantenga a 3.000 pies”.
No conforme con esa negativa, la insistencia o la falla en la comunicación continúa: “Mantenga a 3.000. Deme dos minutos que liberemos el ATZ de SANFER y le doy el libre descenso”.
Y el piloto, insiste: “Ah, entendí que era libre descenso. Lo vamos manteniendo… 2300 pies”.
“Yo nunca le di libre descenso”, le dice la controladora. “Perdón. Estamos a 3.000 pies. Liberado 3.000 pies”, completa el piloto.
Un piloto de una aerolínea consultado por Clarín que pidió reserva de su nombre, advirtió sobre esta situación: “Puso en riesgo la seguridad de otros aviones. Descendió a una altitud que no estaba autorizado a hacerlo. Si otro avión estaba volando a esa altitud, se lo podría haber llevado puesto”.
El arribo del Boeing fue con polémica: a minutos del aterrizaje, quedó registrado en un video una maniobra arriesgada a metros de la pista del aeroparque Jorge Newbery.
Fue su vuelo de bautismo como nueva aeronave presidencial, después de una larga búsqueda. Partió de Miami, a las 8.29 de la mañana (hora de la Argentina). A las 17.25, tocó pista en el aeroparque. Pero antes hubo polémica.
Doce minutos antes del aterrizaje efectivo, bajó a pocos metros de la pista, aunque -por cómo estaba perfilado- lo hizo sin ánimos de tocar suelo. Llegó a volar a 45 metros de tierra. De pronto, Leonardo Barone, el piloto, puso de costado el avión celeste y blanco, viró hacia el Río de la Plata y retomó vuelo. Barone es secretario general de Logística de la Secretaría General de Presidencia, que está a cargo de la flota de aviones de Presidencia.
Se trató de un “low pass” o vuelo rasante, en términos aeronáuticos. Los especialistas la calificaron como “negligencia” y la vincularon con vuelos acrobáticos.
El hecho de que lo haya hecho en un día con condiciones climáticas adversas y en un momento de alto tráfico aéreo, sumó cuestionamientos.
“La pista de Aeroparque se denomina 1 3 cuando se despega y aterriza por el viento con sentido hacia el Sur, y se la llama 3 1 cuando las operaciones son en sentido al norte. El jueves había cuatro aviones esperando para salir y otros tres esperando para descender por la pista 3 1 cuando el avión presidencial quiso hacer su pasada en sentido contrario. Eso sorprendió a la torre, que al final le dio el permiso. El problema es que por esa vuelta innecesaria que dio, el nuevo Tango 01 complicó todas las operaciones de Aeroparque: de los demás vuelos que estaban en tierra esperando y de los que tuvieron que seguir en el aire quemando combustible”, explicó el mismo piloto consultado por Clarín.
Antes de su cuestionada maniobra sobre Aeroparque, a las 17.05 el avión presidencial pasó por la Plaza de Mayo. Fue justo por encima de la Casa Rosada, minutos después de que finalizara el acto que encabezó Cristina Kirchner.
Horas más tarde, Barone y Juan Pablo Pinto firmaron un comunicado de la Agrupación Aérea Presidencial que fue difundido por La Nación. El mismo sostiene que se le solicitó permiso a la torre de control en Aeroparque para realizar “el sobrevuelo por el eje de pista como recepción de la aeronave incorporada a la flota aérea”.
“Tal pasaje fue autorizado por el control siendo esto uso y costumbre toda vez que se incorpora una aeronave o cuando se retira un comandante. Estos pasajes son autorizados realizándose por el eje de pista sin sobrevolar obstáculos”, concluye la escueta explicación.
“¿El avión puede hacer esto? Sí. ¿Es necesario? Si no hay nada coordinado y nadie le pidió que lo haga, es bastante ilógico. Es un avión nuevo, los pilotos vienen recién habilitados en el avión. Habría que ver qué experiencia tiene cada uno”, dijo el piloto y consultor Carlos Rinzelli, en diálogo con TN.