Otros mandatarios entienden que hay que darle cabida a los administradores del interior del país.
Minutos después de que Alberto Fernández renunciara a sus aspiraciones de reelección mediante un video difundido a través de las redes sociales, los gobernadores del PJ salieron a marcar territorio y comenzaron a meter presión para que un representante del interior del país tenga un lugar en la fórmula presidencial.
El más preciso y directo fue Sergio Uñac, quien en una rueda de prensa de este viernes se refirió primero a la decisión del Presidente y reflexionó que “las decisiones personales no se discuten ni analizan”. Pero enseguida se encargó de apuntar que “no hay candidatos naturales” y aventuró luego la llegada de “nuevos tiempos para la política”.
Uñac, quien tuvo idas y venidas con el kirchnerismo, aprovechó el terreno para dejar instalado que “no sería malo que un integrante de la fórmula sea del interior”. “El interior también existe”, avisó el gobernador cuando recién se cosechaban los primeros mensajes oficialistas elogiando la decisión de Alberto Fernández de privilegiar la unidad partidaria sobre los intereses personales.
En este escenario de tensión interna del peronismo aparece la figura de Omar Perotti, que si bien no suele hacer declaraciones altisonantes tiene gestos que marcan su postura política. Como mostrarse en los últimos meses junto a Juan Schiaretti, quien se presenta como candidato presidencial tras gobernar desde 2015 Córdoba. Perotti evitó hacer una valoración política de la decisión del Presidente, sólo dijo que es una decisión interna”, pero, sin embargo, estimó que tendrá “su connotación electoral”.
Dentro de la denominada Liga de Gobernadores pejotista, Gustavo Bordet también es una opinión a tener en cuenta, más allá de que se haya apartado el año pasado de la movida impulsada por los mandatarios para ampliar el número de miembros de la Corte Suprema de Justicia y retirara su respaldo al pedido de juicio político contra los cortesanos.
Pero este viernes, Bordet destacó que el Presidente dio muestra de “su compromiso con el país y la democracia priorizando los intereses colectivos a las aspiraciones personales”. “Todo mi reconocimiento y mi compromiso para seguir trabajando unidos por la Argentina”, agregó el gobernador que en cada acto se esfuerza por incluir la palabra federal en su mensaje. Está claro que también pedirá más espacio para las provincias en el reparto del poder.
Juan Manzur, ex jefe de Gabinete de Alberto por pedido de Cristina, no tuvo muchos elogios hacia el Presidente. “Es una decisión personal”, dijo el candidato a vicegobernador de Tucumán. “Nuestro espacio político, el Partido Justicialista, tiene hombres y mujeres de primerísimo nivel y con una gran vocación de servicio”, contestó cuando le preguntaron sobre el impacto que tendrá dentro del peronismo.
Raúl Jalil, de Catamarca, fue uno de los primeros gobernadores que se manifestó sobre la decisión del Presidente, a quien trató de sostener como candidato. “Acompaño la decisión del presidente. Le ha tocado gobernar en momentos extremadamente difíciles, ayudando de manera permanente a todas y todos los catamarqueños”, escribió en Twitter.
Jorge Capitanich, desde Sáenz Peña, Chaco, habló de la actitud de “grandeza política” del Presidente, pero avisó que esto debe servir para “generar un espacio que potencie las posibilidades electorales hacia el futuro”. Está claro que la decisión de Alberto Fernández abrió el juego para los gobernadores frente a la firme intención del kirchnerismo por imponer la candidatura de Cristina Kirchner.
Gildo Insfrán no se expresó públicamente sobre la renuncia del Presidente, tal vez ocupado por el lanzamiento de su candidatura para ir en busca de su octavo mandato consecutivo. Mientras que el santiagueño Gerardo Zamora sólo manifestó su acompañamiento a la decisión de Alberto Fernández.
Todo esto se da justo en el día que el consejo del Partido Justicialista se reúne un poco para definir el cronograma en que se elegirán los candidatos y se definirán las condiciones para las PASO.
