Cumplió 65 años y como indica el estatuto de la empresa, debe dejar esos puestos. Se dedicará a la parte internacional de la firma que más caramelos produce en el mundo.
Luis Pagani anunció su retiro del grupo que fundó su padre hace 72 años y ante unos asombrados 1.200 empleados que se reunieron en la planta principal de la líder de alimentos a metros donde se había ubicado la primera máquina de caramelos de la que es hoy la principal productor mundial de esa golosina. Luis Pagani ingresó a Arcor a los 32 años. Y fue presidente a los 35, durante tres décadas.
Luis Pagani deja el puesto de Presidente y CEO de Grupo Arcor y según comunicó lo hace respetando lo establecido por las normas del grupo que exige el retiro a los 65 años. Lo reemplaza su hermano Alfredo en un directorio donde predomina el apellido Pagani.
Alfredo ejerció como vicepresidente y hasta ahora se encargó de las alianzas comerciales del grupo. Habrá un staff profesional que lo secunda liderado por Víctor Martín. El flamante vicepresidente es Mario Pagani.
“Comienza una nueva etapa y un proceso de renovación en el liderazgo de la compañía, con una nueva conformación en su directorio. A partir de mayo, estaré dejando mi rol en la conducción de la empresa y mi hermano Alfredo Pagani, asumirá como Presidente de Arcor, acompañado de una nueva estructura”, les dijo Pagani a los obreros visiblemente emocionados. “En lo personal, trabajé día a día con pasión. Disfruté de las visitas a plantas y oficinas en todo el mundo y del contacto que mantuve con ustedes. Espero haber podido transmitirles la importancia de trabajar desde el corazón y en equipo, con la ética que nos caracteriza”, señaló.
Luis Pagani tomará ahora un rol más activo en la expansión internacional de las operaciones y con el diseño de la estrategia del grupo a largo plazo. También dentro de la dirigencia empresaria. Fue durante varios años presidente de la Asociación Empresaria Argentina.
En la nota que enviaron a la Bolsa se subraya que Alfredo es vicepresidente desde 2005 y a partir de ahora tendrá bajo su responsabilidad la conducción del día a día, acompañado por un equipo de ejecutivos.
Arcor es una multinacional con tres unidades de negocio: alimentos de consumo masivo, packaging y agronegocios. Es la principal empresa de alimentos de la Argentina y el exportador N°1 de golosinas de Argentina, Chile y Perú. Con más de 45 plantas industriales, emplea a 21 mil colaboradores y cuenta con un volumen de producción de 3 millones de kilogramos diarios. En 2022 sus ventas netas fueron 3.500 millones de dólares.
Su estrategia es el crecimiento a través de numerosas alianzas, como la conformación de Bagley Latinoamérica con el grupo francés Danone, la alianza con Mastellone-La Serenísima, las asociaciones productivas en México con Grupo Bimbo y en Angola con Grupo Webcor, la alianza construida con Coca-Cola para el desarrollo conjunto de nuevos productos y la creación de Kamay Ventures, el primer fondo argentino de capital diseñado para financiar start-ups con proyectos innovadores y la desarrollada con Laboratorios Bagó para crear un amplio portfolio innovador de suplementos dietarios bajo la marca Simple.
Por cierto, cualquiera que viaje por el mundo encontrará un producto Arcor a la vuelta de la esquina. Esta multi argentina ha peleado duro para lograr y mantener su estrella en el planeta. El negocio de los alimentos es muy distinto a otros y se maneja con márgenes que se miden en centavos. Arcor se dio una estrategia de integración vertical, un espejismo a fines de los 50 y una realidad desde hace décadas que le permite ahorrar costos y multiplicar sinergias.
Pero también está basada en un país y en una región “al que le va mal sin acceso al mercado de capitales, al crédito a tasa razonable y con las complicaciones propias del capitalismo familiar, a lo que se añaden las pérdidas en términos de consumo, con la población desplazada a otras marcas más económicas y a otras formas de consumo”, señaló el economista Andrés López.
Fulvio Pagani fundó Arcor 1951, con un objetivo claro: producir cinco mil kilos de caramelos por día. Así arrancó el primer unicornio cordobés. A diferencia de los unicornios actuales –así se conoce a las compañías que en poco tiempo superan el valor de mil millones de dólares–, le llevó algunas décadas alcanzar ese valor.
La segunda generación, liderada por Luis Pagani la internacionalizó. Pagani fue el primer empresario latinoamericano en ingresar al Candy Hall of Fame, en 2000 y fijó el rumbo hacia los mercados externos: Europa, Asia y África. Sin embargo, guarda para su provincia un capítulo especial.
Por cierto , el 30 por ciento del crecimiento de Arcor está basado en el exterior. Por eso, su última expansión fue la planta industrial que inauguró en Angola a finales de 2022 para avanzar en el África Subsahariana. Y están en tren de alianzas con alguna empresa importante de Asia. Ya pusieron un pie en Rusia, aliada con Alidi Group, pero para avanzar en el gigante mercado asiático requiere grandes recursos financieros.
En un reportaje reciente Luis Pagani señaló algo que anticipó su retiro actual para poner más el foco en la internacionalización: “Si vos me preguntás cuál es uno de los temas pendientes en Arcor, creo que todavía miramos el mundo con ojos argentinos. Sabemos que la diversidad enriquece la mirada de los negocios y es un desafío que tenemos que trabajar para potenciar nuestra internacionalización”.