Para la consultora Romano Group, el resultado marcará dos caminos bien diferentes. Cualquiera de las dos fuerzas que gane enfrentará desequilibrios fiscales y macroeconómicos.
En el escenario post electoral, la economía es la variable que más incertidumbre y nervios genera. Qué puede pasar después del 19 de noviembre, dependerá del candidato -entre Sergio Massa y Javier Milei- que logre sentarse en el Sillón de Rivadavia. La única certeza hasta ahora, a la que apuntan en general las consultoras, es que el resultado marcará dos caminos muy diferentes.
Romano Group, la consultora que dirige el economista Alfredo Romano, realizó un informe para sus clientes donde delineó los posibles escenarios que se abrirán según quién gane el balotaje.
Sobre quién tiene más chances para ganar, la consultora les asigna a los candidatos “las mismas probabilidades, siendo un escenario binario”.
Sin embargo, sea cual sea el ganador, desde Romano Group remarcan que “ambas gestiones enfrentarán desequilibrios fiscales y macroeconómicos agudizados por la falta de reservas internacionales y una inflación anualizada en el orden del 200%, sumado a una distorsión muy profunda de los precios relativos de la economía”.
Cómo será la economía tras el balotaje
“Los planes de estabilización deberán anunciarse rápidamente y la continuidad de las mismas políticas fiscales y monetarias llevadas durante los últimos 18 meses deberán cambiar sustancialmente, sin importar quién resulte electo”, señaló Romano.
Escenarios si gana Milei: dolarización y ajuste fiscal de 5% del PIB
1) El mercado desconfía del programa
En este caso, la consultora asegura que Milei genera desconfianza porque los detalles puntuales de la propuesta económica del candidato de la Libertad Avanza “no han sido aún publicados”.
Sin embargo, a favor, la consultora resalta que, a diferencia del actual ministro de economía, Sergio Massa, Milei “tiene un plan de estabilización sobre la mesa cuya piedra angular resulta ser el ajuste fiscal (vía reducción del gasto público), una modificación de la estructura del Estado junto con una reforma monetaria (dolarización)”.
En el plano monetario, las mayores dudan provienen por el lado de “la cantidad de dólares que pueda conseguir el equipo económico para hacer la conversión de los pesos por dólares”.
“No vemos mayores inconvenientes en que puedan conseguir los dólares necesarios para rescatar la base monetaria, a valores actuales de CCL (US$ 8.400 millones aproximadamente), sino que lo que genera mayor incertidumbre en el mercado es el manejo y la conversión de las Leliqs y Pases”, destacaron.
A modo de conclusión, en su análisis Romano advierte que “si el mercado desconfía del tratamiento de ese stock de pesos, posiblemente veamos un overshooting de corto plazo del dólar (ya liberado) intentando ajustar las cuentas de la tasa de conversión, en detrimento del peso”.
2) El mercado confía en el programa
Por otro lado, si el mercado confía en que el inicio de la dolarización debe venir acompañado de un tipo de cambio muy elevado -de entre $ 1.000 y $ 1.200-, sumado a un ajuste fiscal muy fuerte, con un aumento de la liquidez de divisas del exterior que se sumen a las exportaciones del campo, en la consultora creen que “el CCL de estos niveles puede resultar un valor estable, sin necesariamente tender a una fuerte depreciación del peso”.
La pregunta acá es, para los analistas que trabajan con Romano, si “Milei podrá -junto a su nueva coalición gobernante (LLA+PRO)- bajar drásticamente el gasto fiscal, sin aumentar impuestos y no deteriorar sustancialmente el humor social”.
Escenarios en el que Massa gana las elecciones
Massa siendo pragmático: ¿El mercado le creerá?
Para la consultora, el mayor problema que tiene su propuesta de estabilización (se desconoce el detalle de todo el programa) es el de generar las condiciones necesarias para que el mercado le crea. Para eso deberá convencer al mercado de que no es más de lo mismo, es decir, un kirchnerismo encubierto.
En ese sentido, el análisis explica que “la señal de elegir un ministro de economía de otro partido político y de tener la mitad del directorio del BCRA con colores opositores, va en esa línea”.
Uno de los mayores escollos con el que podría enfrentarse el candidato oficial es la desconfianza que puede venir del sector externo, “donde el mercado le pedirá un ajuste fiscal muy robusto en busca de liquidez del exterior. Querrán ver, para luego pagar”, explican.
“Es claro que seguir financiando gasto con emisión terminaría en espiralización inflacionaria, por ende, como mencionamos anteriormente, ambas propuestas deberán venir con cambios sustanciales de la política monetaria y fiscal para estabilizar la economía”, señalan.
La incógnita, según este análisis, está puesta en saber “en cuánto tiempo se puede liberar el cepo y los controles de capitales”. “Lo vemos altamente improbable y esto resulta ser un tema central porque si decide mantenerlo en el tiempo, los resultados están a la vista: brecha cambiaria, nula acumulación de reservas, cero crecimiento y mayor inflación”, suman.
Massa sin credibilidad
Para la consultora, el mayor problema que debería atravesar Massa es que “a pesar de que los gobiernos peronistas deberían tener mayor músculo político para llevar adelante un ajuste fiscal, el deterioro social es muy elevado y las correcciones cambiarias llegarán de la mano de una mayor inflación y por ende, de más pobreza”.
Por ende, Massa “tendrá una ventana muy corta de tiempo para generar credibilidad en su gobierno y si propuesta de estabilización no logra satisfacer las expectativas del mercado, la situación monetaria/económica irá en deterioro sostenido, pero sin explosión, por lo menos en los primeros seis y doce meses”.
De llegar a la presidencia, se generará un “aumento sustancial de impuestos a las empresas y sectores de los estratos más altos de la sociedad para lograr el equilibrio fiscal”, algo que puede dañar aún más la confianza del sector.
Por último, Romano cree que “la transición será más ordenada, entendiendo nuevamente, que habría un salto discreto del tipo de cambio oficial, a pesar de que se mantendrán los controles de capitales”.
“Posiblemente, veamos una inflación acelerándose hacía fines de diciembre y un pico en el primer trimestre, con inflación mensual rondando 20-25% mensual”, concluyeron.