Todos los esfuerzos están puestos en evitar que se disparen los dólares paralelos ya que esto podría empujar al índice de precios al consumidor de mayo a los dos dígitos.
El dólar blue avanzó cuatro pesos este lunes y llegó a los $ 490, mientras que en San Juan llegó a los 500 pesos.
Todos los esfuerzos del equipo de Sergio Massa están puestos en evitar que se disparen los dólares paralelos ya que esto podría empujar al índice de precios al consumidor de mayo a los dos dígitos.
Con un avance del 0,8% en el día, el dólar blue aumentó más que los dólares financieros: el MEP cedió 0,2%, a $ 464,7, mientras que el contado con liqui aumentó 0,1%, a $ 493.
Con esta dinámica, el Gobierno retomó su intervención sobre los mercados de los dólares financieros, tal como ocurrió la semana pasada. A través de la compra venta de bonos, mantiene al MEP y al CCL lejos del techo de los $ 500.
Según las estimaciones del mercado, en las últimas cuatro semanas gastó US$ 800 millones en estas intervenciones.
Se trata de una estrategia costosa en medio de una escasez de divisas que no se revierte ni siquiera en medio del repunte del dólar soja. Este lunes, el programa de incremento exportador aportó US$ 94 millones y acumula así US$ 3.136 millones. Solo quedan cinco ruedas para fin de mes, lo que deja en evidencia que no será posible cumplir con la meta de los US$ 5.000 millones establecida por el Gobierno para la tercera versión del dólar soja.
“Cerca del final del “dólar soja 3″, la obtención neta de divisas por parte del Banco Central es baja en relación a lo liquidado por el complejo agroexportador”, apuntan desde Aurum Valores.
Pese a que no llegaron a los objetivos, las últimas ruedas le dieron al Banco Central la chance de cortar la racha negativa que arrastró en abril y en los comienzos de mayo. Este lunes terminó con un saldo a favor de US$ 31,4 millones que lo llevan a exhibir un resultado positivo de US$ 182 millones en lo que va del mes.
Si bien la tendencia vendedora se revirtió, sigue siendo un resultado exiguo en medio de la sangría de reservas.
Ante la falta de dólares, el Gobierno busca sumar divisas desde tres frentes: el Fondo Monetario, China y Brasil. pero hasta ahora no hay señales concretas de que llegue la ayuda buscada.
Así Massa enfrenta el dilema de usar los pocos dólares que tiene para evitar que se escapen los dólares alternativos, mientras resiste la embestida del FMI que hasta ahora viene cuestionando que se pierdan reservas por esa vía.
En medio, el equipo económico sigue negociando con el Fondo en un clima complejo por las dificultades de Argentina de cumplir con las metas pactadas con el organismo.
Para el economista Gustavo Ber, “los operadores evalúan las intervenciones -así como otras medidas que buscan regular la oferta y demanda de divisas- tan sólo como un puente a la espera de poder obtener próximamente desembolsos con el FMI que permitan ganar mayor calma cambiaria, en especial hacia el tercer trimestre cuando hay mayor escasez de divisas y la dolarización además históricamente se suele acelerar aún más en períodos electorales”.
Sin embargo, Ber resalta que más allá de las compras que el Banco Central logró sumar en las últimas ruedas, “los operadores siguen preocupados por la dinámica de las reservas, toda vez que a pesar de las mayores liquidaciones del dólar agro aún siguen en niveles críticos y además ya se aproxima el fin del segundo trimestre”.