El organismo extendió su racha compradora. En la calle, el billete terminó a $ 483. Los dólares financieros avanzan luego de que se conociera el dato de inflación el viernes. Un gobierno sin credibilidad política. Claramente la gente prefiere el dólar.
Si quieren un ejemplo de la falta de credibilidad política frente a las medidas que se toman, aquí tienen uno. El Banco Central pudo comprar este lunes US$ 60 millones en el mercado de cambios, de forma que extendió su racha de resultados positivos por sus intervenciones. Lo hizo a 11 ruedas de que finalice el programa “dólar soja 3″, en una jornada en la que los agroexportadores liquidaron US$ 78,8 millones.
Luego de las baterías de medidas anunciadas el domingo, el organismo que preside Miguel Pesce oficializó a media rueda la decisión de subir la tasa de referencia de la economía en 600 puntos básicos, para que pase de 91% al 97% de tasa nominal anual. Aunque se esperaban cambios en la forma en la que interviene en el mercado oficial, el Central dejó correr al tipo de cambio casi de forma idéntica que en lunes anteriores.
“Como en cada inicio de semana el ajuste del tipo de cambio mayorista compensa los días sin actividad por el fin de semana”, señaló el operador Gustavo Quintana, de PR Corredores de Cambios. La semana pasada, pese a la fragilidad del frente cambiario y la aceleración de la inflación, el organismo ya había puesto un pie en el freno en su ritmo diario para llevarlo del 7,3% de la primera semana de mayo al 6,1% mensual el viernes.
La incógnita del mercado es si, después de lo que anunció el Palacio de Hacienda durante el fin de semana, el Central avivaba este ritmo diario de devaluación para que tome la delantera por sobre los precios o si por el contrario, volvía a frenarlo para usar al dólar “como un ancla” en la carrera nominal,
“El menor ritmo de deslizamiento del dólar mayorista, tal vez a modo de intentar morigerar las presiones sobre la acelerada inflación, tendría efectos negativos sobre el deterioro de la competitividad y la dinámica de reservas, ya que no haría más que profundizar la demanda desde los importadores”, alertó el economista Gustavo Ber.
En la calle, el dólar blue avanzó $ 9, para cerrar en $ 483. La suba del tipo de cambio informal era esperable luego del mal dato de inflación del viernes, el peor en la era de Alberto Fernández. El mes pasado la inflación también había sorprendido por la negativa al anunciarse un viernes y el lunes siguiente el dólar blue había respondido con una suba de $8, para pasar de $ 400 a $ 408, en lo que fue el inicio de una breve pero contundente corrida contra el peso. Recordemos que buena parte del 8,4% de inflación de abril se debió a la corrida del mes de marzo.
Esa vez, el Banco Central había demorado la suba de tasas: recién convalidó un incremento de 1.000 puntos básicos casi una semana después de que se conociera el IPC de marzo y luego de que el blue rozara los $ 500. Ahora, Massa no quiso que se repita la historia e intentó salir con un paquete de nueve medidas para cambiar las perspectivas del mercado. De todas formas, la única que efectivamente fue oficializada, fue la suba de tasas del BCRA.