Lo elabora Changyu Pioneer Wine Company, la mayor empresa vitivinícola del país asiático. Cómo es y dónde se consigue.
Es una rareza y una novedad para el consumidor argentino: acaba de llegar a las góndolas de las vinotecas porteñas el primer vino disponible en el mercado de origen chino, un Cabernet Sauvignon elaborado por Changyu Pioneer Wine Company, la mayor empresa vitivinícola de ese país.
La bodega argentina San Huberto es la encargada de importar la etiqueta, que por el momento solo estará disponible en Buenos Aires (en la región del AMBA) y se venderá a un precio sugerido de 40.000 pesos la botella.
Para San Huberto, que cuenta con viñedos en Mendoza y La Rioja, es un paso más en su larga relación comercial con China y en particular con esta compañía. Changyu es distribuidor de los vinos que los argentinos exportan al país asiático -90 mil botellas anuales- y en esta oportunidad, serán ellos quienes los representen a nivel nacional.
Cómo es el primer vino chino que se vende en Argentina
Aunque para muchos todavía sea una sorpresa enterarse del dato, China es, con 750 mil hectáreas plantadas, el tercer productor mundial de uva y tiene una historia de más de 7.000 años de viticultura.
Changu Pioneer, empresa a la que pertenece el vino que llega a la Argentina, fue fundada en 1892 por Zhang Bishi, un diplomático chino que importó plantas de vid de Estados Unidos y Europa. Actualmente, la dirección enológica está a cargo del austríaco Lenz Moser. Cuenta con 14 chateau y 21 bodegas, distribuidos en diferentes regiones de China, Francia, España, Australia y Chile.
El Chateau Changyu Moser XV 2017 proviene del imponente “castillo” ubicado en la región de Ningxia, al oeste de Pekín, en el norte del país, donde los viñedos se ubican junto a la cordillera Helan. Se elabora con uvas 100% Cabernet Sauvignon cuyos granos son seleccionados y cosechados manualmente y fermentados primero en tanques y luego en barricas de roble. Tiene 6 meses de crianza en botella.
Marcela Rienzo, sommelier encargada de presentar el vino a la prensa, considera que este Cabernet Sauvignon resultará “familiar” al paladar argentino por tratarse de una uva conocida, pero advierte: “Lo interesante es entender cómo adquiere las notas del terruño chino. Este es súper potente e intenso, con notas a morrón, a pimienta, y se va a ir desplegando a medida que pasa el rato en la copa”.
Leonardo Spadone, presidente de Bodega San Huberto, admite que dar a conocer y vender este vino (considerado de alta gama, que en Europa tiene un precio aproximado de 30 euros) al consumidor argentino no será fácil, pero confía en que poco a poco encuentre su público.
“Ya lo hemos presentado a varios clientes y tuvimos buen feedback, mayormente vinotecas, y seguro estará presente en la carta de algunos restaurantes selectos”, se entusiasma.