El Gobierno asegura que lo compensará con recaudación y el impuesto PAIS. Pero algunos gobernadores apuntaron que es “plata de las provincias”.
En medio de la aceleración del gasto por las últimas medidas tras la devaluación y las tensiones con el Fondo Monetario por el cumplimiento de las metas, el Gobierno anunció un alivio en el impuesto a las Ganancias para 800.000 trabajadores con un costo fiscal de $ 1 billón por año, que sería compensado con otros impuestos.
“El Estado hace un esfuerzo al dejar de recaudar cerca de $ 1 billón al año, que se vuelca manera directa al consumo y mejora el poder adquisitivo de los trabajadores y jubilados”, informó el Ministerio de Economía tras el anuncio de Sergio Massa de un proyecto para eliminar la cuarta categoría.
Los cambios saldrán por decreto este miércoles o jueves, y en paralelo enviarán un proyecto al Congreso.
El proyecto de ley que se enviará al Congreso crea un régimen simplificado dentro del impuesto a las Ganancias denominado “mayores ingresos”, que entrará en vigencia en enero de 2024. El objetivo es fijar un nuevo mínimo no Imponible de 15 salarios mínimos, que se ajustará en enero y julio de cada año.
La idea en Economía es que la pérdida de recaudación sea compensada con el impuesto PAIS a las importaciones y el crecimiento de los ingresos por una eventual mejora del consumo y la actividad. “Con la recaudación actual vamos a compensar la quita en Ganancias”, afirmaron desde el Palacio de Hacienda, desechando, al parecer, incrementar la presión sobre Ganancias de las empresas o Bienes Personales.
Según los cálculos oficiales, el impuesto PAIS recaudó en agosto unos $ 110.000 millones, mientras la eliminación del tributo para los trabajadores representará la pérdida de recaudación de $ 83.000 por mes aproximado y de $ 250.000 millones en el último trimestre del año (0,14% del PBI).
El Gobierno viene de lanzar la semana pasada un paquete de beneficios para jubilados, trabajadores, monotributistas, empleadas domésticas y pymes por unos $ 730.000 millones (0,4% del PBI). Una medida que desafía las exigencias del FMI de reducir el gasto, con un déficit primario que ya supera el 1,3% del PBI.
Ahora, la nueva iniciativa generó malestar en algunas provincias opositoras, ya que más de la mitad de la recaudación del impuesto a las Ganancias se coparticipa. “Massa se hace el Papá Noel con plata que no es del Estado nacional, sino de todas las provincias”, tuiteó el gobernador de Córdoba y candidato opositor, Juan Schiaretti.
El cordobés ya tuvo un cruce con Massa en diciembre de 2016, cuando reunió a los gobernadores en un hotel de Buenos Aires y fue al Senado a voltear un proyecto de Macri para disminuir el impacto de Ganancias, que había sido modificado por el entonces diputado del Frente Renovador para que la rebaja fuera mayor.
Los gobernadores cerraron el año pasado con superávit fiscal y quedaron en la mira desde junio pasado con el nuevo cepo dispuesto por el Banco Central para que financien el 60% de sus vencimientos de deuda con sus depósitos en dólares o la reestructuración de bonos, lo que abrió un conflicto judicial con Córdoba y Mendoza.
“Es necesario bajarle el impuesto a las Ganancias a todos los trabajadores, pero hay que hacerlo con los recursos nacionales, el 60% del impuesto es de origen provincial, así que Massa anuncia mejoras a los salarios con los recursos a las provincias”, dijo Diego Bossio, economista y candidato del espacio de Schiaretti.