La medida responde a que agosto fue el mes de mayor acumulación de reservas en 17 años. El Gobierno utiliza el sistema SIRA para aprobar o demorar el acceso a insumos desde el exterior, de acuerdo a la disponibilidad de divisas.
Tras los anuncios de bonos en forma de adelanto de paritarias para aliviar los bolsillos de la clase media, el candidato oficialista a presidente Sergio Massa ahora fue por el alivio para las Pymes. En el marco del Día de la Industria celebrado el viernes pasado en Entre Ríos informó que liberará SIRAs para este grupo de empresas por un valor total de 700 millones de dólares. Este domingo, el también ministro de Economía le dio forma e impulso a su idea.
La sigla SIRA responde a Sistema de Importaciones de la República Argentina, un trámite que deben realizar las empresas para poder importar insumos y bienes. El Gobierno aprueba o demora los vistos buenos de acuerdo a la disponibilidad de divisas.
A partir de lo anunciado el viernes por Massa, 7.428 pymes recibirán aprobación de sus SIRAs por un monto de 700 millones de dólares, informó el Ministerio de Economía.
Las SIRAs liberadas se componen de 475 millones de dólares de bienes intermedios (insumos y bienes para la producción); 175 millones de dólares de piezas y accesorios (repuestos); y 68 millones de dólares de bienes de consumo.
“Tomamos la decisión de liberar, para todas las PyMEs industriales de la Argentina, todas las SIRAs que estaban pendientes para garantizar el empleo de nuestras PyMEs y seguir exportando trabajo argentino al mundo”, afirmó candidato de Unión por la Patria durante el acto que realizó la Unión Industrial Argentina en Paraná.
La decisión, explicó, se tomó a partir de que agosto “fue el mes de mayor acumulación de reservas del Banco Central” en 17 años y permitirá darle mayor agilidad al sistema de revisión de importaciones.
En referencia a las discusiones con la dirigencia industrial, expresó que “a veces nos toca administrar tensiones”, al tiempo que calificó a cepo cambiario como “espantoso” y expresó que no le gustaba el esquema de permisos de importación a través del SIRA, pero que debió recurrirse a ese mecanismo en medio de “la peor sequía de la historia argentina”.