Más inflación, el gobierno eliminó un beneficio que permitía que importadores no pagaran IVA ni Ganancias

Más inflación, el gobierno eliminó un beneficio que permitía que importadores no pagaran IVA ni Ganancias
Serán más caros los productos importados,

Regía tanto para grandes y pequeñas empresas. Calculan 16% más de suba en algunos rubros.

El Gobierno tomó una medida en las últimas horas que podría ser un arma de doble filo. Se trata de la suspensión de un beneficio que le permitía a grandes y medianos importadores evitar el pago de IVA y del Impuesto a las Ganancias. El objetivo es engrosar la recaudación en medio de la caída de la recaudación y los tironeos con el FMI, pero las empresas advierten que aumentará el costo financiero y los precios de bienes importados.

Las alarmas se encendieron este miércoles después de la publicación de la resolución general 5339/2023 de AFIP, que suspendió hasta el 31 de diciembre del 2023 el régimen de percepción que eximía a los importadores del pago del 20% del IVA y el 6% de Ganancias. Para acceder al “certificado de exclusión”, las empresas debían demostrar saldos a favor acumulados y cumplir los requisitos exigidos por el organismo.

AFIP generará más inflación.

Ahora, los empresarios aseguran que afrontarán una mayor carga tributaria y lo trasladarán a precios con subas de hasta el 16%, lo que encarecerá bienes y equipamiento importado. Hoy, los importadores pagan costos, seguros y fletes (CIF), sobre el cual se paga un arancel (12% promedio) y tasa estadística (3%). Y sobre ese valor (FOB, sobre el barco), se aplica IVA (21%), Ingresos Brutos (3%) y ahora las nuevas percepciones (26%), si bien algunos son adelantos.

El tributarista Cesar Litvin hizo un cálculo sobre el impacto en costos. Por ejemplo, una firma que importó US$ 1 millón con un dólar importador a $ 210 generó una operación por $ 210 millones. Si a esa importación se le aplican las percepciones que antes las empresas no tenían que pagar por estar excluidas, se sumará una retención de $ 42 millones por el 20% del IVA y $ 12,6 millones por el 6% de Ganancias, lo que representa un total de $ 54,6 millones.

El otro cambio clave es que, si bien las nuevas percepciones serán computadas como pago a cuenta de los respectivos impuestos en las declaraciones juradas, el IVA recién se computará a partir del noveno mes posterior al despacho de importación. Así, el pago ingresado en marzo de este año recién será tomado a cuenta en diciembre, bajo un próximo gobierno. Con una inflación del 6% mensual, ese saldo será de $ 24 millones en diciembre, una pérdida del 42%.

“El que estaba en condiciones de pedir el certificado es porque tenía un saldo a favor, ahora se va a acrecentar ese saldo y se va a evaporar mes a mes, pero además es un sobrecosto porque antes no pagaba las percepciones, esto va a tener un efecto financiero y económico porque con una inflación tan alta es probable que lo traslades a precios, si vos importás y tenés que anticipar un impuesto y no lo podés tomar, hay un perjuicio”, aseguró Litvin.

El tributarista César Litvin.

El Gobierno viene restringiendo importaciones y el acceso a dólares desde el año pasado. Y ahora sumó esta medida en medio de la fuerte caída de ingresos fiscales por la crisis, la sequía y el anticipo de exportaciones. La apuesta es recaudar $ 1 billón, el equivalente a medio mes de recaudación o 1 punto del PBI con el que no contará la próxima gestión y que ahora es clave para cumplir la meta fiscal con el FMI, reconocen en despachos oficiales.

La UIA alertó este jueves sobre el objetivo “recaudatorio” de la decisión y su impacto en la competitividad. En ese marco, un importador estimó que por una importación de US$ 1 millón, habrá que pagar US$ 755.000 en derechos e impuestos, de los cuales un 40% son por las nuevas percepciones. “O sea, por cada dólar de importación necesitás 0,75 centavos de dólar para nacionalizar mercadería y todavía no la sacaste del puerto”, explicó la fuente.

Para Carolina Albornoz, analista de Impuestos de Expansión Argentina, “la nueva norma va a hacer pagar a los importadores un impuesto que, como resultado de las declaraciones juradas, no tenía que abonar, es técnicamente, un impuesto sin ley”. Y advirtió que “no va a hacer otra cosa que las empresas sigan acumulando saldos a favor que pierden su valor con el paso del tiempo en épocas de una inflación tan alta como la de hoy en día”.

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