Plazo fijo: ¿qué hará el Banco Central con la tasa en medio de la disparada del dólar?

Plazo fijo: ¿qué hará el Banco Central con la tasa en medio de la disparada del dólar?

Los rendimientos de los depósitos en los bancos perdieron contra la inflación del mes pasado. Los ahorristas comienzan a buscar poner sus tenencias a resguardo.

Sin muchas armas para contener al dólar, que previo a las elecciones del próximo 22 de octubre marca cada día nuevos máximos en el mercado paralelo, el directorio del Banco Central debía decidir este jueves que haría con la tasa de interés, que impacta en los plazo fijos.

En agosto último, después de la devaluación post PASO, el Central había subido la tasa al récord nominal del 118% anual, lo que implica para las colocaciones que se hacen en un banco un rendimiento efectivo en un año del 209%. Pero “la super tasa” no le ganó a la inflación que se disparó como efecto del salto del dólar oficial y los ahorristas prefirieron en septiembre sacar sus pesos de los bancos.

El mes pasado todos los depósitos en los bancos cayeron, impulsados por la aceleración inflacionaria, que lleva a los argentinos a gastar antes de que los precios vuelvan a subir, y la tensión cambiaria. Los pesos en cuentas a la vista cayeron 3,4% por encima de la inflación; pero el castigo se sintió en la salida de plazos fijos minoristas: cayeron 13% con respecto a agosto.

En el segmento mayorista, que corresponde a las grandes empresas, la caída fue menor pero también contundente: el stock de pesos se contrajo un 5,4% en términos reales.

Es que la tasa de interés que pagan los bancos por dejar los ahorros por lo menos treinta días no logra ganarle al aumento de los precios de la economía. Actualmente, un plazo fijo rinde 9,8% mensual mientras que la inflación de septiembre estimada por las consultoras privadas rondaría el 11%.

Pese a esto, el Banco Central decidirá este jueves no tocar la tasa de referencia de la economía. El organismo no se emitió al respecto y se especula que esperará por lo menos a conocer el dato del IPC del INDEC correspondiente a septiembre para dar algún tipo de señal al mercado.

La decisión de mantener una tasa negativa respecto a los precios se da en un momento donde los ahorristas aumentan la búsqueda de cobertura para sus tenencias e incluso cuando hay una migración tanto de las colocaciones de los bancos y de los fondos comunes de inversión hacia los llamados fondos “money market” , que pagan un “premio” menor que los plazos fijos bancarios pero que ofrecen liquidez inmediata.

Pese al efecto indeseado de la salida de pesos de los bancos, que afecta a la inflación y también presiona la brecha, en el Central hay resistencia para una suba aún más abrupta de la tasa de referencia de la economía, porque golearía aún más a la actividad que ya da sus primeros indicios de caída.

El costo de elevar la tasa de referencia con una inflación de dos dígitos también es elevado: para ganarle al IPC de agosto, en septiembre la tasa debería subir 30 puntos básicos al 148% de TNA.

“La política de tasa de interés del Banco Central busca propender hacia retornos reales positivos sobre las inversiones en moneda local, con el fin de preservar la estabilidad monetaria y cambiaria”, aseguró el organismo que adelantó también “continuará monitoreando la evolución del nivel general de precios, la dinámica del mercado de cambios y de los agregados monetarios a los efectos de calibrar su política de tasas de interés y de gestión de la liquidez”, había dicho el organismo en un comunicado el mes pasado.

COMPARTIR NOTA