Además, el ministro de Seguridad se lanzó contra Máximo Kirchner: “Yo no sé cuántas horas trabaja él, ni qué es lo que hace él, porque nunca lo supe”.
El ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, encendió aún más la interna en el Frente de Todos y se lanzó contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien en el acto realizado el viernes pasado en Río Negro había cuestionado al gobierno de Alberto Fernández, que ella misma integra.
En diálogo con CNN Radio y Cadena 3, el funcionario cruzó a CFK y le recordó: “Se está criticando a sí misma. Formamos parte todos del mismo Gobierno (...) Yo trabajo para un gobierno que es el ganó en nombre del peronismo. Yo no tengo por qué evaluar sus cosas”.
Además, Aníbal fue picante con el hijo de la expresidenta, el diputado Máximo Kirchner, de quien puso en duda su idoneidad para estar en política.
“Son las 8 de la mañana, y yo viviendo en Lomas de Zamora llego al ministerio para trabajar todo el día como un perro. Yo no sé cuántas horas trabaja él, ni qué es lo que hace él, porque nunca lo supe”, dijo.
Respecto a los dirigentes K que cuestionan a Alberto Fernández, el ministro de Seguridad insistió: “Es inaudito que se paren en la vereda de enfrente y se pongan a tirar piedras”.
Vale recordar que Aníbal antes ya había sido crítico con CFK, diciendo que no está proscripta y tirando abajo el mensaje electoral que busca el kirchnerismo tras la condena en la causa Vialidad.
Qué había dicho Cristina del gobierno de Alberto Fernández, del que forma parte
El pasado viernes, en la Universidad Nacional de Río Negro, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió un Doctorado Honoris Causa y habló poco más de una hora sobre el Poder Judicial y la gestión económica de Alberto Fernández, su Presidente.
“No estamos ante un Estado democrático constitucional”, aseguró, para afirmar que la oposición aparece “aliada con el Poder Judicial”, al que bautizó, “el Partido Judicial”. “Estos sectores y mafias, más tarde o temprano, colapsan”, pronosticó.
Cristina valorizó los tres gobiernos kirchneristas, sobre todo el desendeudamiento llevado adelante por Néstor “con quita de capital e intereses”, algo que, dijo, no consiguió el exministro Martín Guzmán al negociar con los acreedores privados.
También dejó algunos apuntes críticos al Gobierno nacional y cuestionó, de nuevo, la forma de conducción de Alberto Fernández. Habló de la necesidad de “generar trabajo, pero bien remunerado”, y dijo que de los 30 millones de argentinos que pueden trabajar, solo 11 millones están registrados.
“¿Qué es dirigir? Ser senador, presidente, no es dirigir. El dirigente tiene que ver más adelante para conducir a las sociedades a lugares buenos y seguros”, dijo en un frase con eco en la Casa Rosada.
Apoyada en unos gráficos, sostuvo que los tres gobiernos kirchneristas tuvieron los salarios más altos de Latinoamérica y que cuando dejó el gobierno a fines de 2015, la inflación era del 24 por ciento.
“Los que me dieron lecciones para solucionar la inflación la llevaron al 54 por ciento. Fíjense cómo estaban los salarios en el 19 y ahora, que tenemos 100 por 100 de inflación. Los salarios no son la causa”, afirmó, para remarcar (en crítica al actual gobierno) que ahora hay trabajadores registrados “que no llegan a fin de mes”.
“Si no tenemos hegemonía ni consenso, bueno… papito, que te ayude tu hermano”, apuntó en otra parte de su discurso sobre la conducción presidencial de Fernández.