En febrero, subieron el 8,4% versus una inflación del 6,6%. Esa mejora compensó en parte el deterioro salarial de enero.
En febrero, los salarios formales, con aportes a la Seguridad Social, subieron el 8,4% versus una inflación del 6,6%. Esa mejora compensó en parte el deterioro salarial de enero y en los 2 primeros meses del año, los salarios formales aumentaron el 12,5% contra una inflación en el bimestre del 13,1%. Un retroceso del 0,5%
En tanto, a febrero, en los últimos 12 meses, la suba de los precios fue del 102,5% y los salarios formales aumentaron el 94,4%. Una pérdida del 4%.
Los datos de salarios son oficiales y corresponden al RIPTE (Remuneración Imponible de Trabajadores Estables), cuya serie mensual arranca en julio de 1994.
El RIPTE se calcula sobre la base de la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que perciben los trabajadores bajo relación de dependencia y que fueron declarados en forma continua durante los últimos 13 meses.
Por esta y otras razones, el Ministerio de Trabajo considera que “el RIPTE no refleja necesariamente la evolución de los salarios del empleo registrado” porque no incluye, por ejemplo, los aumentos no remunerativos, se excluyen las remuneraciones de los nuevos empleos, considera los salarios de los puestos de trabajo del sector privado y del sector público nacional, provincial y municipal que transfirieron sus cajas previsionales al sistema nacional y tiene en cuenta el monto salarial hasta el tope imponible definido para los aportes personales al sistema de seguridad social.
No obstante, con estas aclaraciones, el RIPTE es un indicador que permite analizar la evolución del grueso o la mayor parte de los salarios formales.
En febrero, los salarios brutos (sin los descuentos) imponibles con aportes promediaron los $ 218.543,91 según las cifras oficiales. Un año atrás, eran de $ 112.413,82.
Por tratarse del sueldo bruto, para determinar el ingreso de bolsillo, a los $ 218.543,91 habría que descontar el aporte de jubilación y salud del trabajador (17%) y eventualmente sumar el salario familiar por hijo/a.
En los últimos 5 años, los salarios formales (RIPTE) tuvieron una pérdida del 22% frente a la inflación.
En total, los trabajadores en relación de dependencia con aportes a la ANSeS suman unos 7,7 millones, alrededor del 77% de los casi 10 millones de asalariados en relación de dependencia registrados. El resto aporta a las Cajas provinciales u otros regímenes.
Estos 10 millones, a su vez, representan la mitad de todos los puestos de trabajo formales e informales del país (monotributistas, autónomos, asalariados sin descuento jubilatorio y trabajadores por cuenta propia informales).
Como índice salarial, el RIPTE se utiliza todos los meses para calcular (90% del RIPTE) el aumento de la cuota de las prepagas de los que ganan menos de 6 Salarios Mínimos (SMVM). Y cada tres meses (marzo, junio, septiembre, diciembre) para fijar la mitad del porcentaje de movilidad de las jubilaciones, pensiones y demás prestaciones sociales y en el cálculo de las indemnizaciones por accidentes de trabajo.
También se utiliza para actualizar una vez por año el Mínimo No Imponible del impuesto a las Ganancias y para actualizar el “piso” salarial, inicialmente de $ 150.000 y ahora de $ 404.062 para quedar exento del pago de este tributo, el tope del Ingreso Familiar para cobrar las Asignaciones Familiares y todos los meses incrementa la cuota que pagan los empleadores al Fondo de Enfermedades por el seguro del COVID.