Patricia Quiroga venció a Luis Lucero y desplazó a la histórica lista Celeste de la conducción.
Más de tres décadas años tuvieron que pasar para que el poder en UDAP cambie de manos. Bajo el paraguas de la Lista Verde, la opositora Patricia Quiroga venció en las urnas a Luis Lucero y se convirtió en la secretaria General del gremio docente de mayor peso en la provincia.
Encabezada por figuras como Blanca Ocampo y Ana María López, la histórica Lista Celeste de CTERA (al principio era Lista Blanca) tenía el dominio desde 1989. Lucero aspiraba a darle continuidad, pero la crisis económica y financiera del sindicato y el descontento de los llamados autoconvocados por los acuerdos salariales con el Gobierno le terminaron pasando factura.
Si bien en la noche de este jueves aún no estaban los cómputos finales, Lucero salió a reconocer que hay una tendencia clara que no podrán dar vuelta. Mientras tanto, en el búnker de Quiroga tenían la misma percepción por los números que iban llegando y era todo algarabía y festejo.
De esta forma, Quiroga se convirtió en la nueva conductora del gremio docente más importante de la provincia. Al ser el que cuenta con mayor cantidad de afiliados, es el que más peso tiene en la negociación paritaria con el Gobierno y el que cuenta con mayor poder de protesta.
La ganadora tiene 54 años, hace 29 años que es docente, actualmente es directora de la Escuela Almirante Brown y es la primera vez que se puso a consideración de los afiliados. En medio de los festejos, adelantó que sus prioridades son normalizar los servicios que presta la farmacia del gremio y no dejar de bajar a las bases las ofertas salariales que surjan en las futuras mesas de paritarias.
Las elecciones estuvieron precedidas por la polémica. La Junta Electoral del gremio había bajado la lista de Quiroga por supuestas firmas falsas en los formularios de candidato y cuando parecía que no habría puja en el cuarto oscuro y Lucero renovaría, los opositores presentaron un reclamo ante el Ministerio de Trabajo de la Nación. Finalmente, la cartera laboral les dio la razón y pudieron participar.
Lucero llegó a las urnas, tal vez, en su peor momento. Como el año pasado, el acuerdo salarial con el Gobierno no convenció puertas hacia adentro y miles de afiliados salieron a la calle bajo la denominación de autoconvocados. Lo acusaron de firmar sin consultar a las bases, de ser funcional al poder provincial y de carecer de representación.
