La vicepresidente informó a la Oficina Anticorrupción que sus bienes pasaron de 48 millones de pesos a 118 millones al cierre del período fiscal 2022, en sintonía con la inflación anual.
Ante la Oficina Anticorrupción, Cristina Kirchner presentó la declaración jurada correspondiente al período fiscal 2022. Su fortuna pasó de 48 millones de pesos a 118.808.582,05, según consignó. Equivalen a poco más de 200 mil dólares, cotización blue. La vicepresidenta cobra una doble pensión de privilegio que disputó ante la Justicia y como la ANSES no sostuvo el reclamo, comenzó hace más de un año y medio a abonar la misma.
Antes de asumir la vicepresidencia de la Nación, es decir, cuando transcurrieron las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) Cristina Kirchner había declarado 9,7 millones. Mostrando un continuo incremento de sus bienes, el ejercicio fiscal del 2022 arrojó una fortuna final de más de 118 millones de pesos, en un crecimiento a la par de la inflación medida para el período.
Dentro de los ítems declarados, un plazo fijo de 55 millones de pesos es lo más representativo dentro de su patrimonio.
La cifra actual está lejos de los 77 millones de pesos con los que dejó en diciembre de 2015 la Casa Rosada, cuando concluyó su segundo mandato presidencial.
Hay que recordar que cuando se empezaron a dictar las primeras medidas cautelares en el marco de las causas de corrupción, Cristina decidió traspasar su fortuna a sus hijos, en partes iguales. Allí incluía plazos fijos, 25 propiedades, participaciones accionarias en tres empresas y un vehículo.
La declaración jurada presentada el 28 de julio (el plazo para las presentaciones ante la Oficina Anticorrupción vence el 31) vuelve a mostrar que no cuenta con ninguna propiedad ni vehículos. Tampoco acciones de las empresas familiares investigadas por lavado de dinero.
Su primera declaración como vicepresidenta había sido de 16, 4 millones de pesos. Con los números de este año, la vicepresidenta nominalmente aumentó casi siete veces su patrimonio sin poseer bienes inmuebles.
En su fortuna, el número más relevante son los derechos reales como herencia, en moneda nacional, que suman 60.553.637 pesos. Además consigna un plazo fijo que pasó de 15,5 millones de pesos a 55 millones de pesos.
Dentro de los bienes declarados, la vicepresidenta admitió poseer dos cajas de ahorro. La suma total arroja un saldo de 436.802 pesos. Respecto a dinero en efectivo sólo declara poseer 650 mil pesos.
Cristina Kirchner consignó en su declaración jurada todas las deudas canceladas. Cuando era presidenta de la Nación, durante varios años, declaró poseer deudas con Austral Construcciones, la firma insignia de Lázaro Báez.
La fortuna embargada
Cuando dejó el poder, la ex presidenta transfirió todos sus bienes a sus hijos en partes iguales. Esta explicación la dio ante el fallecido juez Claudio Bonadio cuando en la causa donde se investigó la compraventa del dólar futuro se la embargó en 15 millones de pesos. Allí aseguró no tener ese dinero.
Con tres causas elevadas a juicio oral y dos por lavado de dinero bajo revisión para decidir si la familia Kirchner afrontará el juicio oral, la vice cuenta con embargos por 12.320 millones en los diversos expedientes radicados en Comodoro Py.
Además, en la condena recibida en diciembre pasado en la causa que investigó el direccionamiento de la obra pública vial a favor de Lázaro Báez, se la acusó de un fraude de 80 mil millones de pesos. Junto con la inhabilitación para volver a ejercer cargos públicos, se le aplicó un pedido de decomiso.
Durante tres años y medio, Cristina declaró un patrimonio inferior al que tenía, incluso cuando arribó con Néstor Kirchner a la Casa Rosada: en ese entonces el matrimonio Kirchner declaró un patrimonio de 6.851.810 pesos. En 2019 dijo que tenía $ 9,7 millones. Al año siguiente, 16,4 millones de pesos. En el período fiscal 2021 su fortuna trepó a 48,6 millones de pesos y finalmente este año supera los 118 millones de pesos.
En 2021, la jueza María Eugenia Capuchetti desistió de reabrir la investigación sobre el patrimonio de la vicepresidenta por presunto enriquecimiento ilícito que había sido cerrada en 2008 en pocos meses y bajo sendas sospechas. En Comodoro Py además, se determinó que no hubo insolvencia fraudulenta cuando decidió desprenderse de sus bienes y cederlos a sus hijos.
En su momento, el perito Eduardo Blanco Álvarez había observado que del patrimonio que rondaba los 28 millones de pesos hubo un incremento en un año de más de 24 millones que no tenía documentación que lo respaldase.
Esa apreciación coincide con el planteo del arrepentido contador Víctor Manzanares, quien en su confesión en la causa de los cuadernos recordó su temor por la falta de documentación sobre los inmuebles, como también algunas inconsistencias en los plazos fijos. Pero nada de eso será investigado nuevamente.