Fue anunciado la semana pasada, pero ahora los planes serían demorar el aumento todo lo posible. Se suma al congelamiento de las tarifas de trenes y colectivos.
El Gobierno se había comprometido con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a disminuir los subsidios a los servicios públicos. Eso iba a llevar a una suba de tarifas, tal como confirmó la secretaria de Energía Flavia Royón. Sin embargo, el Poder Ejecutivo existen algunas dudas sobre la implementación de ese aumento. “No hay definiciones”, dicen ahora desde Energía.
Royón confirmó que venía una suba de tarifas hace una semana, el viernes de la semana pasada. Pareciera haber un cambio de opinión en el Gobierno en pocas horas.
Pero dentro del oficialismo crecen quienes deslizan que el aumento se postergaría. Algunos arriesgan que será hasta mediados de mes, otros hasta el fin de las elecciones presidenciales.
El expediente con el aumento está sobre el escritorio de la secretaría de Energía. Implica una suba para los sectores N1 -de altos ingresos-, y un retoque algo menor en los segmentos N2 (ingresos bajos) y N3 (sectores medios)”, dicen empresas del sector. “Massa se lo prometió al FMI, pero desde el domingo que parecieran haber cambiado la orientación del oficialismo”, entienden en las compañías.
El ministro de Economía, Sergio Massa, anunció una serie de medidas desde el domingo. Aumentos para empleos estatales y bonos compulsivos para trabajadores del sector privado. El también candidato a presidente no mencionó ningún congelamiento en transporte y energía, pero eso también comenzó a pasar.
Trenes y colectivos, al freezer
Los aumentos en los boletos de trenes y colectivos, que se vienen dando desde marzo y acompañan la evolución de la inflación, no se realizarán en septiembre, según informó el oficialismo. En ese sentido, la misma suerte correrían las tarifas.
Se esperaba que el aumento en las boletas de luz rigiera desde el viernes 1 de septiembre, para poder facturarlo desde octubre. Pero algunos especialistas sostienen que la fecha no es un obstáculo. “También lo pueden decidir a mediado de mes, retroactivo a comienzos de mes”
A diferencia de las medidas anunciadas este domingo, que alcanzarán solo a los sectores más golpeados por la devaluación durante no más de tres meses, el FMI reclama un aumento en las tarifas de luz a partir del 1 de septiembre para todos los niveles, incluyendo la clase media y los segmentos de menores ingresos, que debería ser seguida por otro ajuste entre noviembre y enero.
La secretaría de Energía, Flavia Royón, afirmó el viernes pasado que venía un incremento en las facturas de energía. Fue una forma de hacerse eco de un reclamo del FMI.
“Las autoridades anunciarán su decisión (acción previa) de ajustar los precios de la electricidad mediante la emisión de una resolución (propuesta para fines de agosto de 2023) a partir del 1 de septiembre, para usuarios residenciales de ingresos bajos y medios, así como para usuarios comerciales más pequeños”, señaló el organismo multilateral en un reporte
Para disminuir los subsidios energéticos, se esperaban aumentos en torno del 14% para usuarios de altos ingresos (nivel 1), 8% para los de bajos ingresos (nivel 2) y 16% para los sectores medios (nivel 3), según estimaciones de Economía y Energía, la consultora encabezada por Nicolás Arceo. Otros especialistas calculan que el impacto podría ser incluso mayor, de entre el 7% y 37%.
El Gobierno ya anunció que habrá una revisión de tarifas en las boletas de luz, para acompañar el impacto de la devaluación. La secretaría de Energía también estudió algunas modificaciones en los subsidios en las boletas de gas.
En el Ejecutivo chocan las necesidades de cumplir el acuerdo con el FMI con la idea de llevarle más dinero a la población (con bonos para jubilados, planes sociales, empleados públicos y privados) que puedan recomponer el poder adquisitivo. Unión por la Patria, el espacio político que representa al oficialismo y lleva a Sergio Massa como candidato a presidente, quedó tercero en las elecciones primarias (PASO) del 13 de agosto.
En el caso de gas, en el Gobierno están analizando la quita de algunos subsidios. Son ideas preliminares. En paralelo, Enargas convocó a las distribuidoras y transportistas para conocer qué recomposiciones tarifarias esperan de acá a fin de año. La idea del regulador es saber los porcentajes de aumento que desean las distribuidoras. Una vez que haya juntado toda la información, quizás se convoque a una audiencia pública.
El ministro de Economía, Sergio Massa, siempre habló de la caída de subsidios en porcentaje del PBI, sin dar cifras puntuales. Sin embargo, las metas prometidas al FMI en este sentido no se estarían alcanzando.
El Gobierno destinó más de US$ 12.000 millones en subsidios energéticos durante 2022. La meta era una reducción para este año. Durante el primer semestre del año, estuvo por arriba de los US$ 6.000 millones. El objetivo oficial era una reducción en el segundo semestre.
La primera mitad del año está influenciada por las compras de gas importado -de cara al invierno- que resultan las más onerosas para la cuenta de subsidios. Se supone que, durante el segundo semestre, esa necesidad de dólares cae y las subvenciones podrían disminuir.