Hubo movimiento en el sector antes de las elecciones y ahora resta que se concreten definiciones importantes en Gualcamayo, Pachón y Casposo-Manantiales.
El ministro de Minería de San Juan, Carlos Astudillo, prefiere referirse a un “proceso de transición” y no al cierre de la Mina Gualcamayo. Ante la demora que viene teniendo la presentación del Informe de Impacto Ambiental de El Pachón, dijo que habría que preguntarle a la empresa y no al Estado. En cuanto a la reactivación del emprendimiento Casposo, señaló que la operadora debe definir qué hará con la explotación del área Manantiales.
Las buenas noticias mineras, que acontecieron en abril pasado, ocuparon portadas de diarios locales y traspasaron los limites provinciales. Esto ocurrió cuando el Gobierno de San Juan recibía, tras haber transcurrido veintiséis meses de la última vez, los Informes de Impacto Ambiental de dos proyectos Los Azules (cobre) y Hualilán (oro). La presentación que le precedió fue el 22 de febrero del 2021. Ese día, el Estado sanjuanino recibió dicho documento de Josemaría, el proyecto cuprífero de Lundin Mining que obtuvo la aprobación oficial hace un año atrás y abrirá las puertas de la minería del cobre en el país.
Por la fecha, está de más decir que los acontecimientos recientes se dieron en el ámbito de plena campaña electoral de cara a elegir gobernador, diputados provinciales, intendentes y concejales. Y, claramente, antes de que la Corte Suprema de Justicia suspendiera los comicios de gobernador y vicegobernador en San Juan (y Tucumán). El anuncio de avance de dos proyectos mineros, en ese contexto político, le vino como anillo al dedo a la gestión actual. Porque significa inversiones y generación de empleo.
Los proyectos demorados
Yendo a la agenda minera puntualmente y saliendo del terreno de las elecciones y de su modificado e incierto calendario para elegir gobernador, hay asuntos que, en su momento urgieron a los funcionarios del Ministerio de Minería y que hoy están ralentizados o, por lo menos, dejaron de ser noticia. Como, por ejemplo, qué pasará con la reactivación de la Mina Casposo, ubicada en Calingasta y que, en el año 2019 detuvo la producción de oro. Hoy, la esperanza para reiniciar la operación es Manantiales, el proyecto que está ubicado en las inmediaciones y que fue adjudicado por el Instituto Provincial de Exploraciones y Explotaciones Mineras (IPEEM).
“Casposo está trabajando en Manantiales y la gente que tiene la mina tiene que definir la explotación. Yo creo que le ha dado buenos resultados, es muy interesante y está en la misma área”, dijo Carlos Astudillo, ministro de Minería de San Juan. Las actividades de explotación en Casposo, actualmente en manos de la empresa Austral Gold, comenzaron en el año 2011, fue una combinación entre minería subterránea y a cielo abierto, y llegó a tener 450 empleados directos en su planta.
Revisando la agenda minera, también aparece El Pachón, el yacimiento de cobre calingastino que lleva 60 años en espera y, según había anunciado la empresa Glencore, a fines del 2022 iba a dejar sobre el escritorio de la gestión uñaquista el Informe de Impacto Ambiental para la etapa de producción. “Yo creo que se vienen varios Informes de Impacto Ambiental, tenemos que hablar de una minería para los 20 años, tenemos que hablar de una minería de los 40 años. Y empezar a hablar de un profesional distinto al que tenemos porque las cosas están cambiando y van a cambiar para mejor, y los sanjuaninos tienen que ser parte de ese cambio”, respondía Astudillo ante la consulta de que la promesa inminente era El Pachón y el cuprífero sigue sin poder dar el gran paso. “Habrá que preguntárselo a Glencore, no al Estado”, remató el funcionario.
En diciembre del año pasado, el presidente ejecutivo de Glencore, Gary Nagle, dijo durante una presentación para inversionistas que “hay mucho trabajo por hacer y el riesgo es significativo, por lo que es posible que traigamos un socio”, refiriéndose a El Pachón. Así lo reflejaba la prensa especializada internacional en una cita textual. En los pasillos mineros, se ha llegado a escuchar rumores de venta del proyecto. El ministro Astudillo, dijo que no sabe nada y que es la primera vez que lo escucha. “Lo único que hace el Estado es solicitar que se cumplan las legislaciones vigentes. Le pedimos a Pachón, por cierto, como le pedimos a la gente de Los Azules y de Hualilán. Está bueno que exploren, pero no se puede explorar toda una vida. Tienen recursos, tienen capacidad, el cobre hoy día está buscado en todos los lugares del mundo entonces es hora de que empecemos a hablar, no solamente para Pachón, sino que estoy hablando en general. Las minas son activos comerciales y la obligación del Estado es que esos activos sean sociales y se transformen en trabajo y en bienestar, ese es el desafío de este Estado. Lo que hemos hecho es invitar a la sociedad para que nos apalanque, para que la función del Estado se pueda cumplir”.
En la agenda, y marcado con resaltador, está el cierre de la Mina Gualcamayo, la productora de oro en el departamento Jáchal, al norte de la Provincia de San Juan. En este momento, la empresa Mineros S.A. tiene el plan de estirar la vida del emprendimiento con el proyecto Carbonatos Profundos situado a unos kilómetros debajo de la mina. De todas maneras, la compañía ya había anunciado que iba a terminar de manera progresiva sus operaciones a cielo abierto y subterráneas, este año.
“Honestamente te puedo asegurar que están haciendo esfuerzos, por ahí cuesta que venga el capital internacional. Están cuidando cada uno de los puestos de trabajo, sabemos que sus reservas conocidas son bajas y la esperanza es Carbonatos Profundos”, indicaba Astudillo a Los Andes San Juan. ¿Estos esfuerzos que significan, cierra o no?, le preguntó este medio al ministro.
“Yo lo que digo es que en algún momento habrá un período de transición de una mina a otra mina. Habrá un período de transición. Lo que nosotros decimos del esfuerzo es porque hemos acompañado a la gente de Gualcamayo cuando estuvimos en la PDAC, sentándonos con ellos y comentando al capital internacional lo que era San Juan, la licencia social que tiene esta empresa en Jáchal. Es obligación nuestra acompañarlos para que puedan conseguir los fondos para desarrollar. Creemos en ellos, son una buena empresa. En el 2019 se cerraba Gualcamayo, y el Estado, junto con ellos y la sociedad, pusimos de estirarla tranquilos cuatro años más, y estamos en el cuarto año. Esperamos un año más y esperamos este proceso de transición de una mina a otra mina”, respondió Carlos Astudillo.